Isaías 30:23 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

²³ Él dará lluvia a la semilla de la sementera; el pan de la cosecha de la tierra será rico y sabroso. Pastará tu ganado aquel día en anchas praderas.

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Biblia Reina Valera 1960

²³ Entonces dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan del fruto de la tierra, y será abundante y pingüe; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en espaciosas dehesas.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²³ Entonces el Señor te bendecirá con lluvia durante el tiempo de la siembra. Habrá cosechas maravillosas y muchos pastizales para tus animales.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²³ El Señor te dará la lluvia para las semillas que hayas sembrado en el campo, y el pan que te producirá la tierra será sustancioso y nutritivo. Tu ganado pastará entonces en grandes potreros.

La Biblia Textual 3a Edicion

²³ Te dará lluvia para la semilla que siembres en el campo; el grano de la cosecha de la tierra será rico y sustancioso; en aquel día tus ganados pastarán en amplios pastizales.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²³ Entonces Él dará lluvia para la semilla que sembrarás en la tierra; y pan del fruto de la tierra; y será abundante y copioso; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en extensos pastos.

Isaías 30:23 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Isaías 32:20

Dichosos vosotros, que sembraréis junto a todas las aguas y dejaréis sueltos al buey y al asno.

1 Timoteo 4:8

Porque el entrenamiento corporal para poco sirve; en cambio, la religión para todo sirve, ya que trae consigo promesa de vida: de la presente y de la futura.

Malaquías 3:10

Llevad todos los diezmos a la casa del tesoro, para que haya alimentos en mi casa. Haced la prueba -dice Yahveh Sebaot-, y veréis si no os abro las compuertas del cielo y no derramo sobre vosotros bendición sin medida.

Zacarías 10:1

Pedid a Yahveh la lluvia en el tiempo de la lluvia tardía. Es Yahveh quien forma las nubes y derrama la lluvia, quien da el pan al hombre y la hierba al campo.

Isaías 58:11

Te guiará Yahveh continuamente y saciará en eriales tu apetito; rejuvenecerá tus huesos; y serás como jardín regado, como hontanar de aguas, cuya vena nunca falla.

Salmos 36:8

¡cuán preciosas, oh Dios, son tus mercedes! Los hijos de los hombres se cobijan a la sombra de tus alas;

Génesis 41:18

cuando vi subir del río siete vacas gordas y de hermoso aspecto, que se pusieron a pacer en el juncal.

Mateo 6:33

Buscad primero el reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.

Jeremías 14:22

¿Hay entre los ídolos de las naciones quien haga llover, o pueden los cielos dar lluvias? ¿Acaso no eres tú, Yahveh? ¡Dios nuestro, en ti esperamos, pues eres tú quien hace todas estas cosas!

Isaías 5:6

Haré de ella un erial: no se podará ni escardará, crecerán cardos y abrojos; mandaré a las nubes que no lluevan sobre ella.

Isaías 4:2

Aquel día el brote de Yahveh será hermosura y gloria; y el fruto del país, honor y esplendor para los supervivientes de Israel.

Génesis 41:26

Las siete vacas buenas son siete años, y las siete espigas buenas son siete años: el sueño es uno solo.

Oseas 4:16

Si como novilla indómita se ha hecho indómito Israel, ¿los pastoreará ahora Yahveh como a un cordero en libertad?

Génesis 41:47

Durante los siete años de abundancia, la tierra produjo a montones.

Isaías 10:27

Sucederá en aquel día: será quitada su carga de tu hombro, y su yugo de tu cuello será roto. Subió desde Rimón,

Isaías 65:21

Construirán casas y las habitarán, plantarán viñas y comerán de su fruto.

Levítico 25:19

La tierra dará su fruto, y vosotros comeréis hasta saciaros y habitaréis seguros en ella.

Levítico 26:3

Si camináis según mis leyes, si guardáis mis mandamientos y los ponéis en práctica,

Levítico 26:5

La trilla durará hasta la vendimia y la vendimia se prolongará hasta la sementera; comeréis vuestro pan hasta saciaros y habitaréis seguros en vuestro país.

Deuteronomio 11:14

daré a vuestra tierra la lluvia a su tiempo, la de otoño y la de primavera, y cosecharás tu trigo, tu mosto y tu aceite;

Salmos 67:7

El campo da sus frutos y el Señor, nuestro Dios, nos acrecienta.