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Isaías 25:9 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Aquel día se dirá: 'He aquí nuestro Dios, de quien esperamos que nos salve, éste es Yahveh en quien esperamos. Exultemos y gocemos en su salvación,

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Biblia Reina Valera 1960

9 Y se dirá en aquel día: He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; este es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 En aquel día, la gente proclamará: «¡Este es nuestro Dios! ¡Confiamos en él, y él nos salvó! Este es el Señor en quien confiamos. ¡Alegrémonos en la salvación que nos trae!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Entonces dirán: 'Este es, en verdad, nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; éste es Yavé, en quien confiábamos. Ahora estamos contentos y nos alegramos porque nos ha salvado;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Aquel día se dirá: ¡He aquí nuestro Dios! ¡Lo esperamos, y nos ha salvado! ¡Éste es YHVH, en quien esperamos! ¡Regocijémonos y alegrémonos por su salvación!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

9 Y se dirá en aquel día: He aquí, Éste es nuestro Dios, en Él hemos esperado, y Él nos salvará; Éste es Jehová; en Él hemos esperado, estaremos alegres y nos regocijaremos en su salvación.

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Isaías 25:9
53 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Espera en el Señor: corazón denodado y valeroso, espera en el Señor.


Pero yo fijaré mi vista en Yahveh, esperaré en el Dios de mi salvación: mi Dios me escuchará.


Que él colme tus deseos y cumpla todos tus proyectos.


Ved que viene con las nubes. Y lo verán todos, incluso los que lo traspasaron. Y por él se lamentarán todas las tribus de la tierra. Sí. Amén.


mientras aguardamos la bienaventurada esperanza, o sea, la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Cristo Jesús,


Como el narciso ha de florecer; exultará, sí, exultará jubiloso. Le ha sido concedida la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Ellos verán la gloria de Yahveh, el esplendor de nuestro Dios.


Dice el que da fe de estas cosas: 'Sí, vengo pronto'. Amén. 'Ven, Señor Jesús'.


aguardando y apresurando la parusía del día de Dios, en el que los cielos se disolverán incendiados y los elementos se fundirán abrasados por el fuego!


Sube a un monte elevado, mensajera de Sión. Alza con fuerza tu voz, mensajera de Jerusalén. Álzala sin miedo, di a las ciudades de Judá: mirad a vuestro Dios.


por ella volverán los salvados de Yahveh. Vendrán a Sión con júbilo, habrá alegría eterna sobre sus cabezas. Alegría y gozo serán su compañía, pesadumbre y gemido se alejarán.


Salmo. Para acción de gracias. Aclamad al Señor, toda la tierra,


Jet. Ten, Señor, piedad de mí, observa mi pesar ante los que me aborrecen, elévame de las entradas de la muerte.


Sin haberlo visto, lo amáis; y sin verlo por ahora, pero creyendo en él, experimentáis un gozo inefable y glorioso


Por ello rebosáis de gozo, aunque tengáis que sufrir por algún tiempo diversas pruebas.


Vivía por entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era realmente recto y piadoso; esperaba el consuelo de Israel y el Espíritu Santo residía en él.


Decid a los cobardes de corazón: 'Sed fuertes, no temáis; mirad a vuestro Dios, llega la venganza, la represalia de Dios; él viene a salvaros'.


Aguardaré a Yahveh, que oculta su rostro a la casa de Jacob, y en él esperaré.


En fin, hermanos míos, adiós y gozaos en el Señor. Volver a escribiros siempre las mismas cosas a mí no me resulta pesado y a vosotros os dará seguridad.


Te amamantarás con la leche de las naciones, al pecho de los reyes te amamantarás, y sabrás que yo, Yahveh, soy tu salvador, y el fuerte de Jacob tu redentor.


Porque Yahveh es nuestro juez, Yahveh nuestro legislador, Yahveh nuestro rey, él nos salvará.


Pues la verdadera circuncisión somos nosotros, los que practicamos el culto según el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, y no ponemos nuestra confianza en la carne,


Venid, cantemos al Señor, aclamemos la roca de nuestra salvación.


Salta de gozo, hija de Sión, da gritos de júbilo, hija de Jerusalén. Mira a tu rey que viene a ti: es justo y victorioso, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de un asna.


Yahveh, ten piedad de nosotros, en ti esperamos; sé nuestro brazo cada mañana, nuestra salvación en tiempo de angustia.


Se alegrarán el desierto y el yermo, exultará la estepa y florecerá.


Pero ahora, oh Yahveh, Dios nuestro, sálvanos de su mano para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, oh Yahveh, eres Dios'.


Las aventarás, y el viento se las llevará, las dispersará el huracán; y tú te alegrarás en Yahveh, en el Santo de Israel te gloriarás.


Reyes serán tus ayos y sus princesas tus nodrizas; rostro en tierra te adorarán y lamerán el polvo de tus pies, para que sepas que yo soy Yahveh y que no se avergüenzan quienes confían en mí'.


Consoló Yahveh a Sión, consoló todas sus ruinas. Hizo su desierto como un paraíso, y su estepa como el jardín de Yahveh: gozo y alegría se encuentran en ella, acción de gracias y son de canciones.


Desnudó Yahveh su santo brazo a la vista de todas las naciones, para que todos los confines de la tierra vean la salvación de nuestro Dios.


Con inmenso gozo me gozaré en Yahveh; exulta mi alma en mi Dios, pues me vistió con ropas de salvación, con manto de justicia me cubrió, como el novio se coloca la corona y como la novia se adorna con sus joyas.


¡Ah, si acogieras a quienes practican la justicia, a quienes se acuerdan de ti en sus caminos! He aquí que estás enojado porque hemos pecado contra ti desde antiguo, hemos sido rebeldes.


Alegraos más bien y gozaos para siempre de lo que voy a crear. Porque mirad: yo estoy creando a Jerusalén como objeto de gozo y a su pueblo como objeto de alegría.


Nuestra vida está en espera del Señor, él, nuestro socorro y nuestro escudo.


En él se nos alegra el corazón, y en su sagrado nombre confiamos.


Que de ti puedan gozarse y alegrarse todos los que te buscan, y puedan decir siempre quienes aman tu socorro: '¡Grande es el Señor!'.


pero yo me alegraré en Yahveh, me gozaré en Dios mi salvador.


Efraín será como un guerrero, su corazón se alegrará como con vino; sus hijos lo verán, se alegrarán y en Yahveh se gozará su corazón.


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