Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Isaías 1:2 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Escucha, cielo; atiende, tierra que habla Yahveh: hijos crié y eduqué, y ellos se rebelaron contra mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

2 Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crie hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 ¡Escuchen, oh cielos! ¡Presta atención, oh tierra! Esto dice el Señor: «Los hijos que crie y cuidé se han rebelado contra mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 ¡Cielos y tierra, oigan! Escuchen la queja de Yavé: 'Crié hijos hasta hacerlos hombres, pero se rebelaron contra mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡Oíd, cielos, y tú, tierra, escucha, que habla YHVH! Crié hijos y los engrandecí, pero ellos se rebelaron contra mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Isaías 1:2
37 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Oíd, cielos, que voy a hablar yo; y tú, tierra, escucha las palabras de mi boca.


Llamo hoy por testigos contra vosotros al cielo y tierra de que te pongo delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia,


¡Escuchad, pueblos todos! ¡Atiende, tierra, y cuanto contienes! Sea testigo el Señor Yahveh contra vosotros, el Señor desde su santo templo.


yo pongo hoy por testigos contra vosotros al cielo y a la tierra de que desapareceréis rápidamente de la tierra por cuya posesión vais a pasar el Jordán, y no se prolongarán en ella vuestros días, porque seréis enteramente destruidos.


Convoca desde lo alto a los cielos y la tierra, para juzgar a su pueblo:


El hijo honra a su padre, y el siervo a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está mi honor? Y si yo soy señor, ¿dónde está mi temor? Yahveh Sebaot os habla, sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Vosotros decís: '¿En qué menospreciamos tu nombre?'.


Yo, en cambio, estoy lleno de la fuerza del espíritu de Yahveh, de justicia y de fortaleza, para denunciar a Jacob su rebeldía y a Israel su pecado.


Escuchad estas palabras que dice Yahveh contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que saqué de la tierra de Egipto.


por eso, oíd, montañas de Israel, la palabra del Señor Yahveh: 'Así dice el Señor Yahveh a las montañas y a las colinas, a los barrancos y a los valles, a las ruinas desoladas y a las ciudades abandonadas que son presa y burla de las demás naciones que os rodean'.


¡Tierra, tierra, tierra: escucha la palabra de Yahveh! Así dice Yahveh: 'Inscribid a este hombre como sin hijos, como hombre que en sus días no ha de prosperar; pues nadie de su descendencia logrará sentarse en el trono de David ni reinar jamás en Judá'.


Escucha, tierra: Mirad que estoy trayendo una desgracia sobre este pueblo, fruto de sus proyectos, porque no escucharon mis palabras y despreciaron mi ley.


Tiendo todo el día mis manos a un pueblo rebelde y terco, que va por mal camino, en pos de sus pensamientos;


Es un pueblo rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quieren oír la ley de Yahveh;


¡Ay de los hijos rebeldes -oráculo de Yahveh-, que hacen un plan pero no de mi parte, que firman un pacto pero no de mi agrado, añadiendo así pecado a pecado!


Vienen con llanto y los guío con alivio; los llevo a torrentes de agua, por camino recto, donde no tropiecen, porque soy para Israel un padre y Efraín es mi primogénito'.


Escuchad y atended: no seáis altivos, que habla Yahveh.


Y has visto cómo en el desierto Yahveh, tu Dios, te ha llevado como un hombre lleva a su hijo, a lo largo de todo el camino que habéis recorrido hasta llegar a este lugar'.


Nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído'.


Del director. De los hijos de Coré. Salmo.


Volved desde lo profundo a aquel contra quien os habéis rebelado, hijos de Israel.


Naciones, acercaos a escuchar, pueblos, prestad atención; escuche la tierra y cuanto hay en ella, el mundo y cuanto produce:


Porque tú eres nuestro padre; Abrahán no sabe de nosotros, ni Israel nos reconoce. Tú, Yahveh, eres nuestro padre; tu nombre desde siempre 'Nuestro redentor'.


Convertíos, hijos rebeldes, curaré vuestras rebeldías. Aquí estamos: venimos a ti; pues tú, Yahveh, eres nuestro Dios.


'Propondrás, pues, una parábola a la casa de Israel y les dirás: así dice el Señor Yahveh: 'Arrima la olla al fuego, arrímala y échale agua también.


Abandonó a Yahveh, Dios de sus padres, y no siguió los caminos de Yahveh.


Palabra de Yahveh que le fue dirigida a Miqueas de Moréset en tiempos de Jotán, Ajaz y Ezequías, reyes de Judá. Lo que vio con respecto a Samaría y a Jerusalén.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម