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Hebreos 12:3 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Fijaos bien en él, que soportó tamaña oposición por parte de los pecadores, para que no os canséis ni perdáis ánimos.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Piensen en toda la hostilidad que soportó por parte de pecadores, así no se cansarán ni se darán por vencidos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Piensen en Jesús, que sufrió tantas contradicciones de parte de gente mala, y no les faltarán las fuerzas ni el ánimo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Considerad pues al que soportó tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo° no se canse y desfallezca,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Considerad, pues, a Aquél que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que no os fatiguéis ni desmayen vuestras mentes.

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Hebreos 12:3
46 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos.


Y, por eso, no perdemos el ánimo sino todo lo contrario. Pues aun cuando nuestro hombre exterior se va desmoronando, nuestro hombre interior se va renovando día tras día.


Tienes constancia y has sufrido por mi nombre sin desfallecer.


De manera que, amados hermanos míos, manteneos firmes, inconmovibles, progresando constantemente en la obra del Señor y sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no cae en el vacío.


fija nuestra mirada en el jefe iniciador y consumador de la fe: Jesús. El cual, a la vista de la dicha que se le presentaba, soportó la cruz, sin tomar en cuenta la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios.


Por lo tanto, hermanos del pueblo santo que compartís una vocación celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote, objeto de nuestra profesión de fe, a Jesús,


Por lo tanto, investidos por la misericordia [de Dios] de este ministerio, no perdemos el ánimo.


Y por esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.


Así, pues, temed a Yahveh y servidle fielmente de corazón, pues habéis visto el grandioso prodigio que en medio de vosotros ha realizado.


y habéis olvidado la exhortación que se os dirige como a hijos: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor ni te desanimes porque te reprenda.


Un sábado entró a comer en casa de uno de los jefes de los fariseos; y éstos lo estaban acechando.


diciéndole: 'Escucha, Israel; estáis a punto de dar la batalla contra vuestros enemigos. No desfallezca vuestro corazón. No temáis, ni os turbéis, ni tembléis ante ellos,


Vosotros, hermanos, no os canséis de hacer el bien.


Al decir esto Jesús, uno de los guardias que allí había le dio una bofetada, diciéndole: '¿Así respondes al sumo sacerdote?'.


Dijéronle los judíos: 'Ahora sí que estamos seguros de que estás endemoniado. Murió Abrahán y los profetas. Y tú dices: 'El que guarda mi palabra, no experimentará la muerte jamás'.


El Señor Yahveh me ha dado lengua de discípulos, para que sepa sostener al cansado con una palabra. Él me despierta mañana tras mañana, para que escuche como los discípulos.


Si te muestras débil en el día aciago, escasa es tu fuerza.


Entonces tomaron piedras para lapidarle; pero Jesús se escondió y salió del templo.


Le replicaron los fariseos: 'Tú das testimonio de ti mismo: tu testimonio no es válido'.


Había entre la gente muchos comentarios acerca de él. Unos decían: 'Pues es un hombre de bien'. [Pero] otros replicaban: 'No; sino que está engañando al pueblo'.


Estaban oyendo todo esto los fariseos, que son avarientos, y se burlaban de él.


Y tanto los fariseos como los escribas murmuraban, diciendo: '¡Este hombre acoge a los pecadores y come con ellos!'.


Los escribas y los fariseos comenzaron a pensar: 'Pero ¿quién es éste, que está diciendo blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios solo?'.


Simeón los bendijo; luego le dijo a María, su madre: 'Mira: éste está puesto para caída y resurgimiento de muchos en Israel, y para señal que será objeto de contradicción -


Entonces los fariseos se fueron y acordaron en consejo ponerle una trampa para sorprenderle en alguna palabra.


Y aunque intentaban arrestarlo, tuvieron miedo de la gente, porque lo tenían por profeta.


Entró en el templo y, mientras estaba enseñando, se acercaron los pontífices y los ancianos del pueblo y le preguntaron: '¿Con qué autoridad haces tú esas cosas y quién te dio esa autoridad?'.


'¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los antepasados? Porque no se lavan las manos cuando van a comer'.


Cuando lo oyeron los fariseos, replicaron: 'Éste no arroja los demonios sino por arte de Beelzebul, príncipe de los demonios'.


Llegó el Hijo del hombre, que come y que bebe, y dicen: 'Éste es un comilón y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores'. Pero la sabiduría fue reconocida por sus obras.


Oyeron esto algunos de los fariseos que estaban con él y le dijeron: '¿Es que también nosotros somos ciegos?'.


Muchos de ellos decían: 'Está endemoniado y ha perdido el juicio. ¿Por qué lo escucháis?'.


Cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba al que juzga con justicia.


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