Habacuc 3:16 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁶ Lo he oído y se estremecen mis entrañas, ante esa noticia tiemblan mis labios, la caries penetra en mis huesos, vacilan mis pasos al andar. Esperaré tranquilo el día de angustia que ha de venir sobre el pueblo invasor.

កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

¹⁶ Oí, y se conmovieron mis entrañas; A la voz temblaron mis labios; Pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí; Si bien estaré quieto en el día de la angustia, Cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁶ »Al oír esto, me estremecí por dentro; mis labios temblaron de miedo. Se me doblaron las piernas, caí y temblé de terror. Esperaré en silencio el día venidero cuando la catástrofe golpee al pueblo invasor.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁶ Al oírlo, mi corazón palpita, al sentirlo, mis labios se estremecen, se corrompe la médula en mis huesos, y temblequean mis piernas. Espero, sin embargo, el día amargo que sobrevendrá al pueblo opresor.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁶ Lo escuché, y se conmovieron mis entrañas, Y mis labios palpitaron al oírlo. La podredumbre entró en mis huesos, Y dentro de mí mismo me estremezco, porque debo esperar quieto el día de la adversidad, Cuando el pueblo que nos ha de invadir suba con sus tropas.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁶ Oí, y se conmovieron mis entrañas; a la voz temblaron mis labios; pudrición entró en mis huesos, y dentro de mí me estremecí; si bien estaré quieto en el día de la angustia, cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas.

Habacuc 3:16 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Jeremías 23:9

Sobre los profetas. Se me rompe el corazón dentro de mí, tiemblan todos mis huesos; estoy como un hombre borracho, como uno a quien rindió el vino, por causa de Yahveh y de sus santas palabras:

Habacuc 3:2

¡Yahveh, he oído tu renombre, reverencio tu obra, Yahveh! En el curso de los años renuévala, en el curso de los años dala a conocer. Aun en la ira, recuerda la compasión.

Daniel 10:8

Me quedé yo solo contemplando esta gran visión; pero me fallaron las fuerzas, se me desfiguró el rostro y perdí el vigor.

Salmos 119:120

Ante ti de pavor mi carne se estremece y temo tus juicios.

Salmos 91:15

Él me invoca y yo lo atiendo, en la angustia estoy con él para librarle y ponerlo en dignidad.

Daniel 8:27

Yo, Daniel, caí desfallecido y estuve enfermo varios días. Después me levanté y despaché los asuntos del rey. La visión me había aturdido y no acaba de entenderla.

Ezequiel 3:14

El espíritu me elevó y me arrebató, y yo iba amargado por la excitación de mi espíritu, pues la mano de Yahveh pesaba sobre mí.

Lucas 21:19

A fuerza de constancia salvaréis vuestras vidas.

Job 30:17

De noche siento los huesos taladrados, no descansan las llagas que me devoran.

Job 30:30

La piel se me ha renegrido, los huesos me arden de fiebre.

Proverbios 12:4

La mujer virtuosa es corona del marido; como carcoma en sus huesos es la procaz.

Proverbios 14:30

Un corazón tranquilo es vida del cuerpo, la envidia corroe los huesos.

Jeremías 4:19

¡Mis entrañas! ¡Mis entrañas! ¡Me retuerzo de dolor! ¡Entretelas de mi corazón! Mi corazón me palpita, no puedo callarme, pues sonido de trompeta oye mi alma, alarma de guerra.

Jeremías 5:15

Mirad: voy a traer contra vosotros a una nación desde lejos, ¡oh casa de Israel! -oráculo de Yahveh-; nación perenne es ésa, nación de tiempo inmemorial, nación cuya lengua no conoces ni entiendes lo que dice.

Lamentaciones 1:13

Mem. De lo alto mandó fuego que ha penetrado en mis huesos. Tendió una red a mis pies, me obligó a retroceder. Desolada me dejó, enferma todo el día.

Isaías 21:3

Por eso se han llenado de convulsión mis entrañas; me han acometido dolores, como dolores de parturienta. Estoy tan agobiado que no oigo, estoy tan aterrado que no veo.

Jeremías 30:7

y en lividez se convierten? Sí, grande es aquel día, no hay semejante a él; tiempo de angustia es para Jacob, pero será librado de él.

Lamentaciones 1:20

Res. ¡Mira, Yahveh, cuán angustiada estoy! Me hierven las entrañas, mi corazón se retuerce en mi interior, porque he sido muy rebelde. Por fuera hace estragos la espada, por dentro es como la muerte.

Daniel 10:9

Oí el sonido de sus palabras y, al oírlo, caí rostro en tierra, desvanecido.