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Génesis 38:25 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Cuando la sacaban fuera, envió ella a decir a su suegro: 'Del hombre a quien pertenecen estas cosas estoy yo embarazada'. Y añadió: 'Comprueba de quién son este sello, este cordón y este bastón'.

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Biblia Reina Valera 1960

25 Pero ella, cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy encinta. También dijo: Mira ahora de quién son estas cosas, el sello, el cordón y el báculo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Pero cuando la sacaban para matarla, ella envió el siguiente mensaje a su suegro: «El dueño de estas cosas fue quien me dejó embarazada. Fíjese bien. ¿De quién son este sello, este cordón y este bastón?».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Pero cuando ya la llevaban, ella mandó a decir a su suegro: 'Me ha dejado embarazada el hombre a quien pertenecen estas cosas. Averigua, pues, quién es el dueño de este anillo, este cordón y este bastón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Pero mientras era sacada, envió a decir a su suegro: ¡Del varón a quien pertenecen estas cosas estoy embarazada! Y dijo: Reconoced ahora, ¿de quién es este sello, el cordón y la vara?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

25 Y cuando la sacaban, ella envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy encinta. También dijo: Mira ahora de quién son estas cosas, el anillo, el cordón y el bordón.

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Génesis 38:25
7 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Contestó él: '¿Qué prenda te he de dar?'. Respondió ella: 'Tu sello, tu cordón y el bastón que tienes en la mano'. Él se los dio, y se unió a ella, que concibió de él.


Después enviaron la túnica larga y con mangas, y la hicieron llegar a su padre, con estas palabras: 'Hemos encontrado esto. Mira bien si es, o no, la túnica de tu hijo'.


Vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y se abrieron los libros. Se abrió otro libro, que es el de la vida. Se juzgó a los muertos de acuerdo con lo que estaba escrito en los libros, según sus obras.


Así, pues, no juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el Señor. Él iluminará lo que las tinieblas ocultan y pondrá al descubierto los designios del corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que merece.


Como la vergüenza de un ladrón que es sorprendido, así están avergonzados los de la casa de Israel: ellos, sus reyes y sus príncipes, sus sacerdotes y sus profetas,


Esto vienes haciendo, ¿habré yo de callar? ¿Presumes que yo te sea semejante? A tu cara te acuso y te repruebo.


Así se verá el día en que, según mi evangelio, Dios juzgue las interioridades de los hombres por medio de Cristo Jesús.


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