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Génesis 27:29 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Sírvante los pueblos, prostérnense ante ti las naciones. Sé señor de tus hermanos, inclínense ante ti los hijos de tu madre. Malditos sean los que te maldigan, benditos sean los que te bendigan'.

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Biblia Reina Valera 1960

29 Sírvante pueblos, Y naciones se inclinen a ti; Sé señor de tus hermanos, Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldijeren, Y benditos los que te bendijeren.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Que muchas naciones sean tus servidoras y se inclinen ante ti. Que seas el amo de tus hermanos, y que los hijos de tu madre se inclinen ante ti. Todos los que te maldigan serán malditos, y todos los que te bendigan serán bendecidos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Que te sirvan los pueblos y las naciones se inclinen ante ti. Sé señor de tus hermanos, que los hijos de tu madre se inclinen ante ti. Sea maldito quien te maldiga, y bendito quien te bendiga.

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 Pueblos te sirvan, Y naciones se postren ante ti. Sé señor de tus hermanos, E inclínense ante ti los hijos de tu madre. Malditos los que te maldigan, Y benditos los que te bendigan.°

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

29 Pueblos te sirvan, y naciones se inclinen a ti: Sé señor de tus hermanos, e inclínense a ti los hijos de tu madre: Malditos los que te maldijeren, y benditos los que te bendijeren.

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Génesis 27:29
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Se agazapa, se recuesta como león, como leona. ¿Quién lo levantará? Benditos serán los que a ti te bendigan, malditos los que a ti te maldigan'.


Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan. En ti serán bendecidos todos los linajes de la tierra'.


Reyes serán tus ayos y sus princesas tus nodrizas; rostro en tierra te adorarán y lamerán el polvo de tus pies, para que sepas que yo soy Yahveh y que no se avergüenzan quienes confían en mí'.


la cual no depende de las obras, sino del que llama-, se le dijo a Rebeca: El mayor servirá al menor.


Así dice Yahveh: 'Las ganancias de Egipto y el tráfico de Cus, y los sabeos, de alta estatura, a ti pasarán y serán tuyos; en pos de ti irán, con cadenas pasarán, ante ti se postrarán y te suplicarán: 'Sólo en ti hay Dios y nadie más, ningún dios''.


Así dice Yahveh, redentor de Israel, su Santo, al despreciado en el alma, al aborrecido de las gentes, al siervo de los tiranos: Reyes lo verán y se pondrán de pie; príncipes, y se postrarán, por amor de Yahveh, que es fiel, del Santo de Israel, que te eligió.


Un mensaje ha enviado el Señor a Jacob y ha caído en Israel.


Desde un mar a otro mar dominará, desde el río hasta el extremo de la tierra.


Además, barrió del país los restos de los que aún se dedicaban a la prostitución sagrada y que habían quedado de los tiempos de Asá, su padre.


¿Cómo maldecir al que Dios no maldijo? ¿Cómo execrar al que Yahveh no execró?


Estábamos atando gavillas en medio del campo, cuando he aquí que mi gavilla se levantó y se mantuvo derecha, mientras que las vuestras se ponían a su alrededor y se inclinaban ante ella'.


Respondió Isaac y dijo a Esaú: 'Mira, lo he puesto por señor tuyo y le he dado por siervos a todos sus hermanos; lo he provisto de trigo y de mosto. ¿Qué puedo hacer yo ahora por ti, hijo mío?'.


Sobre el manto y sobre el muslo lleva escrito un nombre: 'REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES'.


El les responderá: 'Os lo aseguro: todo lo que dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, conmigo lo dejasteis de hacer'.


Y el rey les responderá: 'Os lo aseguro: todo lo que hicisteis con uno de estos hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis'.


Judá fue el más poderoso de todos los hermanos y de él procede el príncipe; pero la primogenitura pertenecía a José.


Le dijo Jacob: 'Júramelo ahora mismo'. Él se lo juró, y vendió a Jacob sus derechos de primogénito.


Apenas había acabado Isaac de bendecir a Jacob, ya casi en el momento mismo en que éste salía de la presencia de Isaac, su padre, llegó Esaú, su hermano, de su cacería.


Vivirás de tu espada y a tu hermano servirás. Mas tan pronto como intentes ser libre, arrojarás su yugo de tu cuello'.


Lo contó a su padre y a sus hermanos y su padre le reprendió diciéndole: '¿Qué sueño es ése? ¿Es que yo, tu madre y tus hermanos hemos de venir a postrarnos en tierra ante ti?'.


Edom será su posesión, y país conquistado Seír. Israel despliega su poder.


Pues la nación o el reino que no te sirvan, perecerán; esas naciones serán exterminadas por completo.


Caminarán hacia ti encorvados los hijos de tus opresores, se postrarán a las plantas de tus pies todos los que te despreciaban, y te llamarán ciudad de Yahveh, Sión del Santo de Israel.


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