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Génesis 26:24 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Yahveh se le apareció aquella noche y le dijo: 'Yo soy el Dios de Abrahán, tu padre. No temas, que yo estoy contigo. Te bendeciré y multiplicaré tu descendencia por causa de Abrahán, mi siervo'.

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Biblia Reina Valera 1960

24 Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 donde el Señor se le apareció la noche de su llegada. «Yo soy el Dios de tu padre Abraham —dijo—. No tengas miedo, porque yo estoy contigo y te bendeciré. Multiplicaré a tus descendientes, y se convertirán en una gran nación. Lo haré a causa de la promesa que hice a Abraham, mi siervo».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Yavé se le apareció aquella misma noche y le dijo: 'Yo soy el Dios de tu padre Abrahán. No temas, porque yo estoy contigo. Te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abrahán, mi servidor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 y aquella noche se le apareció YHVH, y dijo: Yo soy el Dios de tu padre Abraham, no temas, que estoy contigo. Te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de mi siervo Abraham.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 Y se le apareció Jehová aquella noche y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu simiente por amor a Abraham mi siervo.

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Génesis 26:24
41 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y añadió: 'Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob'. Entonces Moisés se cubrió el rostro, porque temía fijar su mirada en Dios.


Estableceré mi alianza contigo, y con tu posteridad después de ti, de generación en generación: una alianza perpetua, para ser yo tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.


Después de estos sucesos, Yahveh dirigió la palabra a Abrán en una visión, diciéndole: 'No temas, Abrán. Yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande'.


'Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob'. Atemorizado Moisés, no se atrevía a mirar.


Y dijo: 'Yahveh, Dios de mi señor Abrahán, concédeme que tenga hoy buen encuentro, y muéstrate misericordioso con Abrahán, mi señor.


Cuando lo vi, caí como muerto a sus pies. Él puso su diestra sobre mí y me dijo: 'No temas. Yo soy el primero y el último


Yahveh estaba de pie junto a él, y le decía: 'Yo soy Yahveh, el Dios de Abrahán, tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra sobre la que estás acostado te la daré a ti y a tu posteridad.


y haré que tu descendencia sea como el polvo de la tierra. Si alguien puede contar el polvo de la tierra, podrá contar también tu posteridad.


Y así, nosotros podemos confiadamente decir: El Señor es quien me ayuda; nada temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?


No temas, pequeño rebaño; que ha tenido a bien vuestro Padre daros el reino.


Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Él no es Dios de muertos, sino de vivos'.


Así dice Yahveh, tu creador, tu formador desde el seno, que te ayuda: no temas, siervo mío Jacob, Yesurún, a quien elegí.


no temas, que yo estoy contigo; no te asustes, que yo soy tu Dios. Te fortalezco y te ayudo, te sostengo con mi diestra salvadora.


Mirad al Dios de mi salvación: confío y no temo, que mi fuerza y mi canto es Yahveh y él es mi salvación'.


y les dijo: 'Veo que la actitud de vuestro padre hacia mí no es la misma de antes; pero el Dios de mi padre está conmigo.


Yo, yo soy quien os consuela. ¿Quién eres tú para que temas al hombre que muere, al hijo de hombre que como hierba es tratado?


Escuchadme vosotros, que conocéis la justicia, pueblo en cuyo corazón está mi doctrina. No temáis el oprobio de los hombres y ante sus afrentas no os asustéis.


Volvió Abrahán adonde se habían quedado los criados. Éstos se levantaron y se fueron todos juntos a Berseba. Allí continuó morando Abrahán.


pero, de hecho, aspiran a una patria superior, o sea, a la del cielo. Y así se explica que Dios no tenga ante ellos reparo de ser invocado como Dios suyo, porque para ellos tenía preparada una ciudad.


Te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra por donde caminas como peregrino, todo el país de Canaán en propiedad perpetua. Y yo seré su Dios'.


Oyó Dios la voz del niño, y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo y le dijo: '¿Qué te ocurre, Agar? No temas, pues Dios ha escuchado la voz del niño desde el lugar donde él está.


te bendeciré copiosamente y multiplicaré tu posteridad como las estrellas del cielo y como la arena de las orillas del mar; tu descendencia se adueñará de las ciudades de sus enemigos.


El Sadday te bendiga, te haga fructificar y te multiplique, para que te conviertas en una muchedumbre de pueblos


Yo estoy contigo: te guardaré dondequiera que vayas, y te haré regresar a esta tierra. Porque no te dejaré hasta que haya realizado lo que te he dicho'.


Labán le respondió: 'Si cuento con tu aprecio... He sabido por adivinación que me ha bendecido Yahveh por tu causa'.


Partió Israel con todo lo que poseía y llegó a Berseba, donde ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.


Juntarás todo su botín en medio de su plaza y prenderás fuego a la ciudad con todos sus despojos, ofreciéndolo todo a Yahveh, tu Dios. Será para siempre un montón de ruinas y nunca volverá a reedificarse.


Favorecido por Yahveh, José alcanzó éxito en todo mientras estuvo en la casa de su señor, el egipcio.


Éste se percató de que Yahveh estaba con José y que le hacía prosperar en todo lo que emprendía.


Moisés dijo al pueblo: 'No temáis; quedaos tranquilos y veréis la salvación que Yahveh llevará hoy a cabo en favor vuestro; pues a los egipcios que hoy veis, ya no los volveréis a ver más.


Yo me acordaré de mi alianza con Jacob y de mi alianza con Isaac; recordaré mi alianza con Abrahán y me acordaré del país.


y recordaré, en favor suyo, la alianza con sus antepasados, a los que yo saqué del país de Egipto a la vista de las naciones, para ser su Dios. Yo, Yahveh'.


Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis ni les tengáis miedo, porque Yahveh, tu Dios, va contigo y no te dejará ni te abandonará'.


Ahora, hija mía, no temas: yo haré por ti todo lo que digas, porque todos los de mi pueblo saben que tú eres una mujer virtuosa.


Respondióle Elías: 'No temas, ve y haz como has dicho; pero primero prepárame una hogaza pequeña y tráemela; después, vas a prepararla para ti y para tu hijo.


Te acercaste el día que te invoqué; me dijiste: '¡No temas!'.


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