Gálatas 4:7 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

⁷ Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ Ahora ya no eres un esclavo sino un hijo de Dios, y como eres su hijo, Dios te ha hecho su heredero.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ De modo que ya no eres esclavo, sino hijo, y siendo hijo, Dios te da la herencia.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ Así que ya no eres siervo, sino hijo, y si hijo, también heredero por medio de Dios.°

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁷ Así que ya no eres siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por Cristo.

Gálatas 4:7 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Gálatas 3:29

Y si vosotros sois de Cristo, luego sois descendencia de Abrahán, herederos según la promesa.

Gálatas 3:26

Todos, en efecto, sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.

Gálatas 4:31

Por lo tanto, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre.

Salmos 73:26

Mi carne y mis entrañas se consumen, mas el Señor es para siempre mi roca y mi porción.

Lamentaciones 3:24

Mi posesión es Yahveh, dice mi alma, por eso espero en Él.

Jeremías 10:16

No es como la de éstos la porción de Jacob, porque él es quien formó el universo, y su tribu hereditaria es Israel. Yahveh Sebaot es su nombre.

Génesis 15:1

Después de estos sucesos, Yahveh dirigió la palabra a Abrán en una visión, diciéndole: 'No temas, Abrán. Yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande'.

Apocalipsis 21:7

El que venza, heredará estas cosas. Y yo seré su Dios y él será mi hijo.

Jeremías 31:33

Ésta será la alianza que sellaré con la casa de Israel, después de aquellos días -oráculo de Yahveh-: Pongo mi ley en su interior y la escribo en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

Salmos 16:5

La porción de mi herencia y de mi copa eres tú, oh Señor: tú eres el que cuida de mis suertes.

Mateo 6:24

Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se interesará por el primero y se despreocupará del segundo. No podéis servir a Dios y al Dinero.