Gálatas 4:14 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁴ y que ante esta debilidad corporal mía, que era para vosotros una prueba, no hicisteis gestos de desprecio ni escupisteis en el suelo, sino que me acogisteis como a un enviado de Dios, como a Cristo Jesús.

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁴ y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁴ Aunque mi condición los tentaba a no aceptarme, ustedes no me despreciaron ni me rechazaron. Todo lo contrario, me recibieron y me cuidaron como si yo fuera un ángel de Dios o incluso el mismo Cristo Jesús.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁴ Aunque mis pruebas eran una prueba para ustedes, no me despreciaron ni me rechazaron, sino que me acogieron como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁴ Y lo que para vosotros era una prueba° en mi carne, no lo menospreciasteis ni lo escupisteis; al contrario, me acogisteis como a un enviado de Dios, como a Jesús el Mesías.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹⁴ y no desechasteis ni menospreciasteis mi prueba que estaba en mi carne, antes me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.

Gálatas 4:14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា

Mateo 10:40

Quien os recibe a vosotros, a mí me recibe; y quien a mí me recibe, recibe a aquel que me envió.

1 Tesalonicenses 2:13

Por eso precisamente damos sin cesar gracias a Dios; porque cuando acogisteis la palabra de Dios que nosotros os anunciábamos, no la acogisteis como palabra humana, sino -como es en realidad- como palabra de Dios, que ejerce su acción en vosotros, los creyentes.

Hebreos 13:2

No olvidéis la hospitalidad: por practicarla, algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.

2 Corintios 5:20

Hacemos, pues, de embajadores en nombre de Cristo y es Dios el que por medio de nosotros os exhorta: 'En nombre de Cristo os lo pedimos: dejaos reconciliar con Dios'.

Malaquías 2:7

Los labios del sacerdote deben guardar la instrucción, y en su boca se busca la enseñanza, porque él es el mensajero de Yahveh Sebaot.

Zacarías 12:8

Aquel día protegerá Yahveh a los habitantes de Jerusalén: el más débil de entre ellos será aquel día como David; y la casa de David será como Dios, como un ángel de Yahveh ante ellos.

2 Samuel 19:27

Respondió él: '¡Oh rey mi señor! Mi criado me engañó, pues tu siervo le había dicho: 'Aparéjame el asno, montaré sobre él para ir con el rey, pues tu siervo es cojo'.

2 Samuel 14:17

Y además se dijo tu sierva: 'Sírvame de alivio la palabra del rey, mi señor; pues es como el ángel de Yahveh para oír lo bueno y lo malo'. ¡Que Yahveh, tu Dios, sea contigo!'.

1 Tesalonicenses 4:8

Por consiguiente, quien esto menosprecia, no menosprecia a un hombre, sino a Dios, que dispensa [también] su Espíritu Santo entre vosotros.

Gálatas 4:13

Sabéis que la primera vez que os anuncié el Evangelio fue a consecuencia de una debilidad corporal

1 Corintios 4:10

nosotros, insensatos por Cristo; vosotros, sensatos en Cristo: nosotros débiles, vosotros fuertes; vosotros estimados, nosotros despreciados.

1 Corintios 1:28

y lo plebeyo del mundo y lo despreciable, lo que no cuenta, Dios lo escogió para destruir lo que cuenta.

Juan 13:20

De verdad os lo aseguro: el que reciba al que yo envíe, a mí me recibe; y el que a mí me recibe, recibe al que me ha enviado'.

Lucas 10:16

Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros desprecia, a mí me desprecia. Pero quien me desprecia a mí, desprecia a aquel que me ha enviado'.

Mateo 25:40

Y el rey les responderá: 'Os lo aseguro: todo lo que hicisteis con uno de estos hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis'.

Mateo 18:5

Y quien acoge en mi nombre a un niño como éste, es a mí a quien acoge.

Eclesiastés 9:16

Y digo yo: mas vale la sabiduría que la fuerza pero la sabiduría del pobre se ve despreciada, y sus palabras no son escuchadas.

Salmos 119:141

Poca cosa soy yo y despreciable, mas no olvido tus decretos.

Job 12:5

¡Mal haya la desgracia! -piensa el dichoso-. ¡La zancadilla para quien tropiece!

Gálatas 3:26

Todos, en efecto, sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.

Gálatas 3:28

Ya no hay judío ni griego; ya no hay esclavo ni libre; ya no hay varón ni mujer, pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Gálatas 4:15

¿Dónde están, pues, aquellas expresiones vuestras de dicha? Doy testimonio de que, si hubiera sido posible, os habríais arrancado los ojos para dármelos.