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Ezequiel 5:12 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 'Una tercera parte de tus habitantes morirá de peste y perecerá de hambre dentro de ti; otra tercera parte caerá a espada en tus alrededores; y esparciré la otra tercera parte a todos los vientos, desenvainando la espada tras ellos.

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Biblia Reina Valera 1960

12 Una tercera parte de ti morirá de pestilencia y será consumida de hambre en medio de ti; y una tercera parte caerá a espada alrededor de ti; y una tercera parte esparciré a todos los vientos, y tras ellos desenvainaré espada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Una tercera parte del pueblo morirá de hambre y de enfermedades en la ciudad. Otra tercera parte será masacrada por el enemigo fuera de las murallas de la ciudad. A la otra tercera parte la dispersaré a los cuatro vientos y la perseguiré con mi espada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Un tercio de tus habitantes morirá de peste o será consumido por el hambre dentro de tus muros; un tercio será muerto a espada en todo tu alrededor, dispersaré a los demás a los cuatro vientos y accionaré la espada tras ellos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

12 Un tercio de los tuyos morirá de peste, el hambre los consumirá dentro de ti; un tercio caerá a espada alrededor tuyo, y un tercio esparciré a todos los vientos, y los perseguiré con la espada desnuda.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

12 Una tercera parte de ti morirá de pestilencia y será consumida de hambre en medio de ti; y una tercera parte caerá a espada alrededor de ti; y una tercera parte esparciré a todos los vientos, y tras ellos desenvainaré espada.

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Ezequiel 5:12
37 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

a una tercera parte le prenderás fuego en medio de la ciudad cuando se cumplan los días del asedio; tomarás luego otra tercera parte, y la cortarás con la espada alrededor de la ciudad; la otra tercera parte la esparcirás al viento, y entonces yo desenvainaré la espada tras de ellos.


Y si te dicen: '¿Adónde iremos?', les responderás: así dice Yahveh: 'Quien a la muerte, a la muerte; quien a la espada, a la espada; quien al hambre, al hambre; quien al cautiverio, al cautiverio.


Y a todos los que lo rodean, a su guardia y a todas sus tropas, los esparciré a todos los vientos y desenvainaré mi espada detrás de ellos.


Quien se quede en esta ciudad morirá a espada, de hambre o de peste; quien salga y se entregue a los caldeos que os asedian, vivirá y tendrá su vida por botín.


Por eso, habrá padres que se comerán a sus hijos en medio de ti, e hijos que se comerán a sus padres; ejecutaré en ti la sentencia, esparciendo a todos los vientos todo lo que quede de ti.


Mirad: voy a velar por ellos para desgracia y no para felicidad, pues todos los hombres de Judá que están en el país de Egipto serán consumidos por la espada y por el hambre hasta su aniquilamiento.


Los he dispersado entre todas las naciones que no conocían. y la tierra quedó desolada cuando se fueron, sin que nadie transitara por ella. Así han convertido en desierto un país delicioso'.


aunque vayan al destierro delante de sus enemigos, allí mandaré la espada que los matará; pondré mis ojos en ellos para su ruina, no para su bien'.


'Pero dejaré algunos con vida. Cuando tengáis entre las naciones algunos de los evadidos de la espada, cuando seáis dispersados por los países,


Enviaré contra vosotros el hambre y fieras salvajes que te privarán de hijos; la peste y la sangre pasarán por ti, y traeré la espada contra ti. Yo, Yahveh, he hablado.'


Ahora, pues, fijaos bien: moriréis a espada, de hambre o de peste en el lugar adonde queréis ir a residir.


'¡Atención! Llamad a las plañideras, que vengan; mandad a buscarlas, que vengan las más expertas,


Entre esas naciones no tendrás sosiego ni hallarás lugar donde posar la planta de tu pie. Allí te dará Yahveh un corazón trémulo, ojos desalentados y congoja de espíritu.


A vosotros os dispersaré entre las naciones y desenvainaré la espada detrás de vosotros. Vuestro país será arrasado y vuestras ciudades reducidas a escombros.


Miré y apareció un caballo bayo; su jinete tenía por nombre la Peste, y le acompañaba el Hades. Les fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra para matar con espada, con hambre o con peste y con las fieras de la tierra.


Los dispersaré como tamo que pasa, llevado por el viento del desierto.


y enviaré contra ellos la espada, el hambre y la peste, hasta que sean extirpados del país que les di a ellos y a sus padres'.


En la calle la espada, la peste y el hambre en la casa; quien esté en el campo a espada morirá, y a quien esté en la ciudad el hambre y la peste lo devorarán.


O si yo trajera una espada contra ese país y dijera: 'Una espada pasará por el país y exterminaré de él a hombres y animales',


O si yo enviara una peste a ese país y volcara mi furor sobre él con sangre, exterminando de él a hombres y animales;


Replícales de este modo: 'Así dice el Señor Yahveh: por mi vida, que quienes estén en las ruinas caerán a espada; a quien esté en pleno campo lo entregaré a las fieras para que lo devoren; quienes estén en los refugios o en las cuevas, morirán de peste'.


los dispersé por las naciones y se esparcieron por los países; los juzgué según su conducta y sus obras.


Mirad que yo mandaré que zarandeen entre todas las naciones a la casa de Israel, como se zarandea una criba, sin que ni una piedrecilla caiga en tierra.


Por eso -oráculo del Señor, Yahveh Sebaot, el Fuerte de Israel-¡ah!, tomaré satisfacción de mis adversarios, me vengaré de mis enemigos.


Los dispersaré por las naciones que ni ellos ni sus padres conocieron, y enviaré detrás de ellos a la espada hasta acabar con ellos'. Así, dice Yahveh Sebaot:


Aunque ayunen, no escucho su clamor; aunque ofrezcan holocausto y oblación, no los quiero, sino que voy a acabar con ellos por medio de la espada, del hambre y de la peste'.


La madre de siete hijos desfalleció, exhaló su alma; su sol se puso siendo aún de día; quedó avergonzada y consternada. Lo que de ellos queda, lo entregaré a la espada ante sus enemigos' -oráculo de Yahveh-.


Ahora el fin te ha llegado, porque desencadenaré mi ira contra ti, te juzgaré según tu conducta y haré recaer sobre ti todas tus abominaciones.


'Pues así dice el Señor Yahveh: 'Ciertamente si yo envío contra Jerusalén mis cuatro peores castigos: espada, hambre, fieras y peste, para exterminar de ella a hombres y animales;


Así saciaré mi furor contra ti y se apartará de ti mi cólera; me apaciguaré y no volveré a irritarme.


También yo batiré palmas y aplacaré mi furor. Yo, Yahveh, he hablado'.'


es tu inmunda impureza. Puesto que he querido limpiarte y no te has dejado limpiar de tu inmundicia, no quedarás ya limpia hasta que desahogue en ti mi furor.


poniendo su umbral junto a mi umbral y las jambas de sus puertas al lado de las jambas de mis puertas, con un solo muro entre ellos y yo. Contaminaron mi santo nombre con las abominaciones que cometieron; por eso los he consumido en mi ira.


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