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Ezequiel 25:5 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Haré de Rabá un pastizal de camellos, y del país de los amonitas un sesteadero de ovejas; y sabréis que yo soy Yahveh'.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Y pondré a Rabá por habitación de camellos, y a los hijos de Amón por majada de ovejas; y sabréis que yo soy Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Convertiré la ciudad de Rabá en un pastizal para camellos y todo el territorio de los amonitas en un lugar de descanso para ovejas y cabras. Entonces ustedes sabrán que yo soy el Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Convertiré a Rabba en un potrero para los camellos, y a la tierra de Amón en un corral para las ovejas; entonces sabrán que yo soy Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y haré de Rabá un establo de camellos, y a los hijos de Amón por majada de ovejas, y sabréis que Yo soy YHVH.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

5 Y pondré a Rabá por establo de camellos, y a los hijos de Amón por majada de ovejas; y sabréis que yo soy Jehová.

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Ezequiel 25:5
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Para que desmayen los corazones y se multipliquen los caídos, junto a todas sus puertas pongo el estrago de la espada. ¡Ay! Para brillar está hecha, para matar está bruñida.


Joab siguió atacando a Rabá de los amonitas y se apoderó de la ciudad real.


Abandonados sus poblados para siempre, serán para los rebaños: sestearán sin que nadie los espante.


Entonces manifestaré mi grandeza, mostraré mi santidad, me daré a conocer a los ojos de muchas naciones y sabrán que yo soy Yahveh.'


En dunas eternas te convertiré, tus ciudades no serán habitadas; y sabréis que yo soy Yahveh.'


Sabrán que yo soy Yahveh, cuando ponga fuego en Egipto y sean destrozados cuantos le auxilian'.


Sus hijas de tierra adentro serán pasadas a cuchillo; y sabrán que yo soy Yahveh'.


Así dice el Señor Yahveh: 'Por haber dicho Moab: 'Mirad: la casa de Israel es como todas las demás naciones',


Ezequiel será para vosotros un símbolo; haréis en todo como él ha hecho. Cuando esto llegue, sabréis que yo soy el Señor Yahveh'.


Pero ahora, oh Yahveh, Dios nuestro, sálvanos de su mano para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, oh Yahveh, eres Dios'.


Porque el palacio está abandonado, el tumulto de la ciudad ha cesado, el Ofel y la Torre se han convertido para siempre en cavernas, delicia de onagros, pastizal de rebaños.


Que se azoren y aterren para siempre, que se avergüencen y perezcan.


Og, rey de Basán, era el único superviviente de los refaítas. Su cama, que todavía puede verse en Rabá de los amonitas, era de hierro, y medía nueve codos de largo y cuatro de ancho, en codos normales.


Por eso, mirad que vienen días -oráculo de Yahveh-, en que lanzaré contra Rabá de los amonitas el grito de guerra: será una escombrera desolada, y sus hijas consumidas por el fuego. Así heredará Israel a sus herederos, dice Yahveh.


'En cuanto a ti, vil criminal, príncipe de Israel, cuyo día ha llegado con el momento del último castigo,


Señala un camino para que la espada venga a Rabá de los amonitas, y el otro a Judá y a Jerusalén, la fortificada.


La costa del mar será un pastizal, campo de pastores, aprisco de ovejas.


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