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Ezequiel 23:41 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

41 te reclinaste en un suntuoso diván, aderezaste una mesa y sobre ella pusiste mi incienso y mi perfume.

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Biblia Reina Valera 1960

41 y te sentaste sobre suntuoso estrado, y fue preparada mesa delante de él, y sobre ella pusiste mi incienso y mi aceite.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

41 Se sentaron junto a ellos en un sofá con hermosos bordados y pusieron mi incienso y mi aceite especial sobre una mesa servida ante ustedes.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

41 Luego te reclinaste sobre una cama lujosa; delante de ella pusieron una mesa y allí depositaste mi incienso y mi aceite.

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La Biblia Textual 3a Edicion

41 Te recostabas en un diván ostentoso, ante el cual había una mesa preparada, y sobre ella colocabas mi incienso y mi óleo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

41 y te sentaste sobre suntuoso estrado, y fue aderezada mesa delante de él, y sobre ella pusiste mi incienso y mi óleo.

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Ezequiel 23:41
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Lienzos blancos y morados pendían sujetos con cordones de lino y de púrpura a anillas de plata y a columnas de mármol; divanes de oro y plata se extendían sobre un pavimento de pórfido, de mármol, de alabastro y de mosaico.


Se recuestan en divanes de marfil, se tumban indolentes en sus lechos, comen corderos del rebaño y terneros escogidos del establo,


Podrán entrar en mi santuario y acercarse a mi mesa para servirme y tendrán a su cargo mi servicio.'


antes al contrario, estamos decididos a cumplir todas esas palabras que han salido de nuestra boca, a saber: incensar a la Reina de los Cielos y ofrecerle libaciones, como hacíamos nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, pues entonces nos hartábamos de pan, éramos felices y no veíamos desgracia alguna.


Pero a vosotros, los que abandonáis a Yahveh, los que olvidáis mi santa montaña, los que preparáis una mesa a la Fortuna, los que lleváis vino aromático al Destino,


Sobre una montaña alta y encumbrada pusiste tu yacija; hasta allí subiste a ofrecer sacrificios.


En que presentáis sobre mi altar alimentos mancillados. Vosotros replicáis: '¿En qué los hemos mancillado?'. En que pensáis: 'La mesa de Yahveh es despreciable'.


Sobre ropas tomadas en prenda se tienden junto a cualquier altar, y en la casa de su Dios beben el vino de los que han sido multados.


Pero él rehusó diciendo: 'No quiero comer'. Sin embargo, sus servidores, y aun la misma mujer le insistieron, de suerte que accedió a sus ruegos. Se levantó del suelo y se sentó en el diván.


a un altar de madera, de tres codos de alto, dos codos de largo y dos codos de ancho; sus ángulos, su zócalo y sus lados eran de madera. Me dijo: 'Ésta es la mesa que está delante de Yahveh'.


Y sabréis que yo soy Yahveh cuando sus muertos estén entre sus ídolos alrededor de sus altares, en toda colina elevada, en todas las cumbres de los montes, bajo todos los árboles frondosos y bajo todas las encinas copudas, allí donde ofrecían suaves aromas a todos sus ídolos.


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