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Ezequiel 21:3 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Di al bosque del Negueb: escucha la palabra de Yahveh. Así dice el Señor Yahveh: 'Mira: voy a prenderte fuego, que devorará en ti todo árbol verde y todo árbol seco; no se apagará la abrasadora llama, de tal modo que arderá toda la superficie desde el sur hasta el norte'.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Dirás a la tierra de Israel: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo estoy contra ti, y sacaré mi espada de su vaina, y cortaré de ti al justo y al impío.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Dile: “Esto dice el Señor: ‘Oh Israel, yo soy tu enemigo y voy a desenvainar mi espada para destruir a tu gente, a justos y a perversos por igual.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Le dirás al bosque del sur: Escucha la palabra de Yavé... Esto dice Yavé: Encenderé en ti un fuego que consumirá todos los árboles: verdes o secos. Ese fuego violento no se apagará y en él arderán todas las personas desde el sur al norte.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 y di a la tierra de Israel: Así dice YHVH: He aquí Yo estoy contra ti; sacaré mi espada de su vaina, y cortaré de ti a inocentes y a culpables.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Y dirás a la tierra de Israel: Así dice Jehová: He aquí, que yo contra ti, y sacaré mi espada de su vaina, y cortaré de ti al justo y al impío.

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Ezequiel 21:3
37 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Mira que vengo contra ti, la asentada sobre el valle, roca de la llanura -oráculo de Yahveh-. Vosotros decís: '¿Quién vendrá sobre nosotros, y quién podrá entrar en nuestros refugios?'.


¡Todo es igual! Por eso digo: él hace perecer al justo y al culpable.


aquí estoy yo contra ti -oráculo de Yahveh Sebaot-, para levantarte las faldas hasta taparte la cara, y mostrar a las naciones tu desnudez y a los pueblos tu ignominia.


El león despedazaba para sus cachorros, estrangulaba para sus leonas, llenaba de presas su cubil, de capturas su guarida.


por eso, así dice el Señor Yahveh: aquí estoy también yo mismo contra ti, para hacer justicia en ti ante los ojos de las naciones.


Álzate, espada, contra mi pastor contra mi ayudante -oráculo de Yahveh Sebaot-. Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas: volveré mi mano contra los zagales.


También vosotros, etíopes, seréis atravesados por mi espada.


Por eso, así dice el Señor Yahveh: 'Aquí estoy yo, Tiro, contra ti. Alzaré contra ti pueblos numerosos como el mar alza sus olas.


Tú, hijo de hombre, profetiza, bate palmas. Caiga la espada dos veces, tres veces; es la espada de las víctimas, la espada de la gran mortandad, que amenaza a todos ellos.


'Pues así dice el Señor Yahveh: 'Ciertamente si yo envío contra Jerusalén mis cuatro peores castigos: espada, hambre, fieras y peste, para exterminar de ella a hombres y animales;


O si yo trajera una espada contra ese país y dijera: 'Una espada pasará por el país y exterminaré de él a hombres y animales',


'Una tercera parte de tus habitantes morirá de peste y perecerá de hambre dentro de ti; otra tercera parte caerá a espada en tus alrededores; y esparciré la otra tercera parte a todos los vientos, desenvainando la espada tras ellos.


Heme aquí contra ti, montaña destructora -oráculo de Yahveh-, que destruyes toda la tierra: extenderé mi mano contra ti, te echaré a rodar desde las rocas y te haré montaña calcinada.


Martillo fuiste para mí, instrumento de guerra. Contigo martillé naciones, contigo destruí reinos;


Heme aquí contra ti, insolencia, -oráculo del Señor Yahveh Sebaot-, porque ha llegado tu día, el tiempo en que yo te castigue.


Porque está ebria mi espada en los cielos. Mirad: baja contra Edom, contra el pueblo condenado por mí al exterminio.


¡Ay de Asiria, bastón de mi ira, vara en la mano de mi furor!


vanidad. Todos corren la misma suerte: el justo y el impío, el bueno y el malvado, el puro y el impuro, el que sacrifica y el que no sacrifica. Lo mismo es del bueno que del pecador, del que jura como del que teme jurar.


Levántate, Señor, sal al paso y doblégalos. Sálvame del impío con tu espada;


A vosotros os dispersaré entre las naciones y desenvainaré la espada detrás de vosotros. Vuestro país será arrasado y vuestras ciudades reducidas a escombros.


Traeré sobre vosotros la espada, la espada que vengará mi alianza. Buscaréis refugio en vuestras ciudades, pero yo enviaré la peste en medio de vosotros y os entregaréis a vuestros enemigos.


Se dijo el enemigo: 'Yo los perseguiré, les daré alcance, repartiré despojos, mi espíritu en ellos saciaré desenvainaré mi espada, mi mano los exterminará'.


Perece el justo, y nadie hace caso. Se llevan a los hombres leales sin que nadie lo advierta. Por culpa del malvado se llevan al justo


'Por tanto, así dice el Señor Yahveh: puesto que vuestras palabras son vanas y vuestras visiones mentirosas, por eso aquí estoy yo contra vosotros -oráculo del Señor Yahveh.


por eso, aquí estoy contra ti y contra tus Nilos; haré del país de Egipto una ruina completa y un desierto, desde Migdol a Siene, y hasta la frontera de Etiopía.


quemado por el fuego y desolado: ¡perezcan ellos ante el furor de tu mirada!


Igual que cuando el fuego abrasa el bosque y las llamas encienden las montañas,


Pero si no me escucháis, si no santificáis el día del sábado dejando de transportar cargas y de pasarlas por las puertas de Jerusalén el día del sábado, entonces en sus puertas encenderé fuego que devorará los palacios de Jerusalén y no se apagará'.


Os voy a castigar como merecen vuestras acciones -oráculo de Yahveh-. Voy a encender tal fuego en su bosque, que devorará todos sus alrededores.


Por eso así dice el Señor Yahveh: '¡Ay de la ciudad sanguinaria! También yo haré una gran hoguera.


Buscad a Yahveh y viviréis, no sea que él invada, como el fuego, la casa de José, y devore, sin que haya quien lo apague, la casa de Israel.


Esto me mostró el Señor Yahveh: he aquí al Señor Yahveh, que llegaba a juzgar por el fuego: el fuego devoró el gran abismo y comenzaba a devorar el campo.


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