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Ezequiel 21:25 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Señala un camino para que la espada venga a Rabá de los amonitas, y el otro a Judá y a Jerusalén, la fortificada.

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Biblia Reina Valera 1960

25 Y tú, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día ha llegado ya, el tiempo de la consumación de la maldad,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 »Príncipe de Israel, corrupto y perverso, ¡ha llegado el día de tu juicio final!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 pero tú pon allí un letrero para que la espada pueda elegir entre los dos caminos, cada uno de los cuales lleva a una ciudad: o Rabba de los amonitas o Judá, con Jerusalén en el centro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Y tú, ¡oh profano e impío príncipe de Israel!, cuyo día ha llegado, la hora del castigo final,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

25 Y tú, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día vino en el tiempo de la consumación de la maldad;

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Ezequiel 21:25
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

'Porque has tenido un odio secular contra los israelitas y los entregaste a la espada cuando ocurrió su desastre, en el momento de su último castigo,


'Por eso, así dice el Señor Yahveh: 'Porque habéis despertado el recuerdo de vuestras iniquidades y habéis descubierto vuestros delitos; porque habéis puesto de manifiesto vuestros pecados con todas vuestras malas acciones; porque habéis hecho recordarlos, por ellos seréis apresados'.'


'Por eso, así dice el Señor Yahveh: por mi vida lo juro: mi juramento que él despreció y mi alianza que él rompió los haré recaer sobre su cabeza.


Hizo lo que es malo a los ojos de Yahveh, enteramente como lo había hecho Joaquín.


Se rebeló también contra el rey Nabucodonosor, que le había exigido juramento de fidelidad por Dios. Endureció su cerviz y se obstinó en su corazón para no convertirse a Yahveh, Dios de Israel.


Porque está cerca el día, se acerca el día de Yahveh; día de nubarrones, será la hora de las naciones.


¡El fin llega, llega el fin, ya te acecha, he aquí que ya llega!


¡Tú, la que habitas junto a aguas caudalosas, rica en tesoros! Tu fin ha llegado, el plazo del corte de tu vida.


Y de los higos malos, que de tan malos no se pueden comer, así dice Yahveh: 'De la misma manera trataré a Sedecías, rey de Judá, a sus príncipes y al resto de Jerusalén, a los que han quedado en este país, que a los que residen en el país de Egipto.


-Yahveh hace juicio a las naciones-. Hazme, Señor, justicia, según tu rectitud y conforme a mi inocencia.


pero el Señor se ríe ante sus cuentas, viendo llegar su día.


'Hijo de hombre, di: así dice el Señor Yahveh al país de Israel: 'El fin ha llegado, ha llegado el fin a los cuatro confines de la tierra.


Ahora el fin te ha llegado, porque desencadenaré mi ira contra ti, te juzgaré según tu conducta y haré recaer sobre ti todas tus abominaciones.


Y cuando te pregunten: '¿Por qué gimes?', les dirás: 'Porque llegará una noticia que hará desmayar todos los corazones, desfallecer todas las manos, abatirse todos los espíritus, deshacerse en agua todas las rodillas'. Mirad que está llegando y se cumplirá -oráculo del Señor Yahveh.'


'Tú, hijo de hombre, señala dos caminos para la venida de la espada del rey de Babilonia. Los dos arrancarán de un mismo país. Pon luego una señal; márcala al comienzo del camino de cada ciudad.


Dad la vuelta a Sión, girad en torno, contad sus fortalezas,


Acerca de los amonitas. Así dice Yahveh: '¿No tiene hijos Israel o no tiene un heredero? ¿Por qué heredó Milcón a Gad y habita su pueblo en sus ciudades?


Por eso, mirad que vienen días -oráculo de Yahveh-, en que lanzaré contra Rabá de los amonitas el grito de guerra: será una escombrera desolada, y sus hijas consumidas por el fuego. Así heredará Israel a sus herederos, dice Yahveh.


Haré de Rabá un pastizal de camellos, y del país de los amonitas un sesteadero de ovejas; y sabréis que yo soy Yahveh'.


Pondré fuego a las murallas de Rabá, que devorará sus palacios, entre la alarma de un día de batalla, entre el torbellino de un día de tormenta.


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