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Ezequiel 16:52 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

52 Carga con tu ignominia, pues has dejado en buen lugar a tus hermanas, por ser tantos los pecados que has cometido, más abominables que los de ellas, que son más justas que tú. Avergüénzate y soporta tu ignominia, ya que has hecho que tus hermanas parezcan inocentes.'

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Biblia Reina Valera 1960

52 Tú también, que juzgaste a tus hermanas, lleva tu vergüenza en los pecados que tú hiciste, más abominables que los de ellas; más justas son que tú; avergüénzate, pues, tú también, y lleva tu confusión, por cuanto has justificado a tus hermanas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

52 ¡Debería darte vergüenza! Tus pecados son tan terribles que haces que tus hermanas parezcan rectas, hasta virtuosas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

52 Por eso, ahora soporta tu afrenta ya que tus pecados más horribles que los de ellas las hacen aparecer como inocentes. Deberías estar roja de vergüenza por haber justificado así a tus hermanas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

52 Pues carga, tú también, con tu vergüenza, porque con tus pecados, lograste que el juicio fuera favorable a tus hermanas, porque te envileciste más que ellas, ¡y ellas resultaron más justas que tú! Avergüénzate pues tú también, y carga con tu afrenta, porque has hecho que tus hermanas parezcan justas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

52 Tú también, que juzgaste a tus hermanas, lleva tu vergüenza en tus pecados que hiciste, más abominables que los de ellas; más justas son que tú: avergüénzate, pues, tú también, y lleva tu confusión, pues que has justificado a tus hermanas.

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Ezequiel 16:52
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

¿Pero qué fruto recogíais entonces? ¡Cosas de las que ahora os avergonzáis! Pues el final de ellas es muerte.


Por el contrario, gloria y honra y paz a todo el que practica el bien: tanto para el judío, primeramente, como también para el griego.


Los cuales, aun conociendo bien el veredicto de Dios, a saber, que los que practican tales cosas son reos de muerte, no sólo las hacen ellos mismos, sino que hasta aplauden a quienes las practican.


No juzguéis, y no seréis juzgados. No condenéis, y no seréis condenados. Perdonad y seréis perdonados.


También él será llevado a Asiria como tributo para el rey de Yareb. Efraín se cubrirá de ignominia, vergüenza por su desvarío sentirá Israel.


No se acercarán a mí para actuar de sacerdotes míos ni podrán tocar ninguna de mis cosas santas y santísimas, sino que deberán soportar su ignominia por las abominaciones que cometieron.


Soportarán su confusión y el peso de las infidelidades que cometieron contra mí, cuando vivan tranquilos en su país sin que nadie los inquiete.


No te haré oír más el ultraje de las naciones, no tendrás que soportar ya el oprobio de los pueblos ni harás claudicar más a tu nación -oráculo del Señor Yahveh.'


para que te acuerdes y te avergüences y ni siquiera te atrevas a hablar a causa de tu confusión, cuando yo te perdone todo lo que has hecho' -oráculo del Señor Yahveh.'


'¿No fue tu hermana Sodoma tema de conversación en tu boca cuando te ufanabas,


para que cargues con tu ignominia, te avergüences de todo lo que hiciste y les sirvas a ellas de consuelo.


Estamos avergonzados, porque hemos oído el ultraje, la ignominia ha cubierto nuestros rostros, porque entraron extranjeros en los santos lugares del templo de Yahveh.


Porque después de haberme convertido, siento arrepentimiento; y después de haberme conocido, me doy golpes de pecho; estoy avergonzado y compungido, y soporto la infamia de mi juventud'.


y os cubriré de oprobio eterno y de ignominia eterna, que jamás se olvidará'.


Yahveh hará recaer su sangre sobre su propia cabeza, porque mató a dos hombres más justos y mejores que él, a los que asesinó con la espada sin saberlo mi padre David: a Abner, hijo de Ner, jefe del ejército de Israel, y a Amasá, hijo de Yéter, jefe del ejército de Judá.


Cuando terminó David de decir estas palabras a Saúl, Saúl exclamó: '¿Es tuya esta voz, hijo mío David?'. Y Saúl levantó la voz, y rompió a llorar.


Judá los reconoció, y dijo: 'Ella tiene más razón que yo; pues no la he dado a Selá mi hijo'. Pero nunca más la volvió a conocer.


Entonces Yahveh me dijo: 'La apóstata Israel es más justa comparada con la pérfida Judá'.


Pero no sólo no te quedaste atrás a la hora de seguir sus abominaciones sino que, como si esto fuera poco, tu conducta fue más corrompida que la de ellas.'


'¡Por mi vida! -oráculo del Señor Yahveh-, que tu hermana Sodoma y sus hijas no obraron como obrasteis tú y tus hijas.


'Cambiaré su suerte, la suerte de Sodoma y de sus hijas, la suerte de Samaría y de sus hijas, y cambiaré también tu suerte junto con la de ellas,


'Allí está Elam y toda su gente, con sus tumbas alrededor: todos ellos muertos, caídos a espada, bajaron incircuncisos al país de los abismos; ellos, que habían sembrado su terror en el país de los vivos, soportan su ignominia con los que bajan a la fosa.


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