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Ezequiel 10:6 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Cuando el hombre vestido de lino recibió la orden de tomar fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, entró y se paró junto a la rueda.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Aconteció, pues, que al mandar al varón vestido de lino, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, él entró y se paró entre las ruedas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 El Señor le dijo al hombre vestido de lino: «Métete entre los querubines y toma algunos carbones encendidos de entre las ruedas». Entonces el hombre entró y se paró junto a una de las ruedas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Dio esta orden al hombre vestido de lino: 'Saca fuego de entre medio de las ruedas y de los querubines. El hombre se aproximó y se puso al lado de la rueda.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y cuando mandó al varón vestido de lino blanco, diciendo: Toma fuego de adentro de las ruedas, de en medio de los querubines, él entró y se quedó en pie junto a una de las ruedas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Y aconteció que, cuando mandó al varón vestido de lino, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, él entró, y se paró entre las ruedas.

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Ezequiel 10:6
6 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Y dijo al hombre vestido de lino: 'Métete entre las ruedas, por debajo de los querubines, llena el hueco de tus manos de carbones encendidos de entre los querubines y espárcelos por la ciudad'. Él se metió ante mis propios ojos.


Reina el Señor, los pueblos se conmueven, está sentado sobre querubines, la tierra se estremece.


Del director; con liras de Susa. De Asaf. Salmo.


El rumor de las alas de los querubines llegaba hasta el atrio exterior; era como la voz de Sadday cuando habla.


Entonces el querubín alargó su mano, entre los querubines, hacia el fuego que había entre los querubines, lo tomó y lo puso en el hueco de las manos del hombre vestido de lino. Éste lo tomó y salió.


Seguí mirando y vi que colocaron unos tronos y un anciano se sentó. Su vestido era blanco como la nieve; los cabellos de su cabeza puros como la lana; su trono eran llamas de fuego; sus ruedas eran ascua encendida.


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