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Ezequiel 1:26 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Por encima de la plataforma que estaba sobre sus cabezas había como una especie de piedra de zafiro en forma de trono; y sobre esta forma del trono, una figura con apariencia de hombre que estaba sobre él, por la parte de arriba.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Y sobre la expansión que había sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Sobre esta superficie había algo semejante a un trono hecho de lapislázuli. En ese trono, en lo más alto, había una figura con apariencia de hombre.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Sobre ésta se veía como una piedra de zafiro en forma de trono y, en esta forma de trono, a un ser que tenía una apariencia humana en su parte superior.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Y sobre el firmamento que estaba encima de sus cabezas había como la apariencia de una piedra de zafiro, a semejanza de un trono; y sobre la semejanza del trono, una semejanza como la apariencia de un hombre por encima de él.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

26 Y sobre el firmamento que había sobre sus cabezas, se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de un hombre sentado sobre él.

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Ezequiel 1:26
34 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Miré y vi que, sobre la plataforma situada por encima de la cabeza de los querubines, había una piedra como de zafiro, que tenía la apariencia de un trono que sobresalía.


y vieron al Dios de Israel. Bajo sus pies había como un pavimento de zafiro, tan puro como el mismo cielo.


y, en medio de los candelabros, a uno semejante al Hijo del hombre, vestido de túnica talar y ceñido a la altura del pecho con un ceñidor de oro.


Aquel que tenía apariencia humana me tocó de nuevo, me infundió vigor


Sobre las cabezas de los seres vivientes había una especie de plataforma, resplandeciente como un cristal imponente, extendida por encima de sus cabezas.


Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. Huyeron de su presencia la tierra y el cielo, y no se les volvió a ver en ningún lugar.


Miré, y apareció una nube blanca. Sentado sobre la nube uno semejante a Hijo de hombre, que tenía una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano.


fija nuestra mirada en el jefe iniciador y consumador de la fe: Jesús. El cual, a la vista de la dicha que se le presentaba, soportó la cruz, sin tomar en cuenta la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios.


¡Pobrecilla, zarandeada, desconsolada! Aquí estoy asentando tus piedras con argamasa, te fundaré sobre zafiros;


El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado en un trono alto y elevado. Las orlas de su vestido llenaban el templo.


Y oí que todos los seres creados que están en el cielo y sobre la tierra y debajo de la tierra y en el mar, y todo cuanto en éstos hay, respondían: 'Al que está sentado en el trono y al Cordero, la bendición y el honor y la gloria y la fortaleza por los siglos de los siglos'.


Al que venza, lo haré sentar conmigo en mi trono como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono'.


que, después de subir al cielo, está a la diestra de Dios y le están sometidos ya ángeles, potestades y virtudes.


El punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos un sumo sacerdote tal que se sentó a la derecha del trono de la Majestad en los cielos.


Y en cambio, respecto del Hijo: Tu trono, oh Dios, subsiste para siempre; y tu cetro real es un cetro justiciero.


Y acercándose Jesús a ellos, les habló así: 'Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra.


Velad, pues; porque no sabéis el día ni la hora.


Él edificará el templo de Yahveh, se revestirá de majestad y se sentará como dominador en su trono. Tendrá un sacerdote a su derecha y habrá concordia entre los dos'.


Tus dardos son agudos, ante ti caen los pueblos, y en medio, los enemigos del monarca.


Le fueron concedidos dominio, gloria e imperio; y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino es un reino que no perecerá.


Estando Josué cerca de Jericó, levantó sus ojos y vio delante de sí a un hombre que estaba de pie, con una espada desnuda en la mano. Josué se adelantó hacia él y le dijo: '¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?'.


Pero Miqueas prosiguió: 'Escucha ahora el oráculo de Yahveh: he visto a Yahveh sentado en su trono. Todo el ejército del cielo estaba de pie junto a él, a su derecha y a su izquierda.


En su centro aparecía la figura de cuatro seres vivientes, cuyo aspecto era éste: tenían forma humana,


Mientras el hombre estaba de pie junto a mí, oí que alguien me hablaba desde el templo


y me decía: 'Hijo de hombre, éste es el lugar de mi trono y el lugar de las plantas de mis pies, donde voy a residir en medio de los hijos de Israel para siempre. La casa de Israel no volverá a contaminar mi santo nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus prostituciones ni con los cadáveres de sus reyes cuando mueran,


Miré y vi una figura de apariencia humana. Desde lo que parecían las caderas para abajo era fuego y desde las caderas para arriba era resplandeciente, como el centelleo del ámbar.


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