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Éxodo 9:14 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Porque esta vez enviaré todas mis plagas contra ti mismo, contra tus servidores y contra tu pueblo, para que sepas que nadie hay como yo en toda la tierra.

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Biblia Reina Valera 1960

14 Porque yo enviaré esta vez todas mis plagas a tu corazón, sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 De lo contrario, enviaré más plagas sobre ti, tus funcionarios y tu pueblo. Entonces sabrás que no hay nadie como yo en toda la tierra.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Porque esta vez enviaré todas mis plagas sobre ti, tus servidores y tu pueblo, para que entiendas de una vez que no hay nadie como yo en toda la tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 pues esta vez Yo enviaré todas mis plagas sobre tu corazón, sobre tus siervos y sobre tu pueblo, a fin de que sepas que no hay otro como Yo en toda la tierra.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 Porque yo enviaré esta vez todas mis plagas a tu corazón, sobre tus siervos, y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra.

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Éxodo 9:14
27 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

las juntaron en numerosos montones, por lo que la tierra quedó apestada.


Yo declaro a todo el que escucha las palabras de la profecía de este libro: 'Si alguno les añade algo, Dios le añadirá a él las plagas que están escritas en este libro.


Por eso, en un solo día vendrán sus plagas: peste y llanto y hambre, y será abrasada por el fuego; porque poderoso es el Señor Dios que la ha juzgado.


Por eso, también yo me he puesto a castigarte, a devastarte por tus pecados.


Haré de esta ciudad un horror y una rechifla: todo el que pase por ella quedará horrorizado y rechiflará a causa de todas sus heridas.


Nadie hay como tú, Yahveh; tú eres grande, y grande en potencia es tu nombre.


Recordad las cosas pasadas de antaño: que yo soy Dios y nadie más, soy Dios y nadie como yo.


No hay, Señor, como tú entre los dioses, ni hay obras cual las tuyas.


Oh Yahveh, nadie hay como tú, ni hay otro Dios fuera de ti, conforme a todo lo que oyeron nuestros oídos.


toda plegaria y toda súplica que te dirija cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cuando conozcan el dolor en su corazón y extiendan sus manos hacia este templo,


Por eso eres grande, Señor mío, Yahveh. Nadie hay como tú, ni hay otro Dios fuera de ti, conforme a todo lo que oyeron nuestros oídos.


¡Ay de nosotros! ¿Quién nos salvará de la mano de estos dioses poderosos? ¡Éstos son los dioses que hirieron a Egipto con toda clase de plagas en el desierto!


yo me opondré a vosotros con furor, y os castigaré yo mismo otras siete veces por vuestros pecados.


Y si todavía os obstináis en oponeros a mí y no queréis escucharme, yo añadiré sobre vosotros siete veces más plagas, según vuestros pecados.


Si con todo esto aún no me escucháis, seguiré castigándoos siete veces más por vuestros pecados.


Si en un principio hubiera extendido mi mano y te hubiese herido con la peste, a ti y a tu pueblo, habrías desaparecido de la tierra.


¿Quién como tú, entre los dioses, oh Yahveh? ¿Quién como tú, magnifico en santidad, terrible en tus proezas, hacedor de maravillas?


'¡Señor, Yahveh! Tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza y tu mano poderosa; pues ¿qué dios hay en el cielo o en la tierra que pueda hacer obras y proezas como las tuyas?


Te ha sido concedido ver todo esto, para que sepas que Yahveh es, en verdad, Dios, y que no hay otro fuera de Él.


Yo, Yahveh, y nadie más; fuera de mí no hay ningún dios. Te ciño sin que me conozcas,


¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Sí, esto se te debe; porque entre todos los sabios de las gentes y en todos sus reinos nadie hay como tú.


Fue expulsado de entre los hijos de los hombres, su corazón se hizo semejante al de las bestias, convivió con los asnos salvajes, comió hierba como los bueyes y su cuerpo se empapó del rocío del cielo, hasta que reconoció que el Dios Altísimo es quien domina sobre el reino de los hombres y pone sobre él a quien le place.


'Mañana' -contestó el Faraón-. Respondió Moisés: 'Sea como dices; para que sepas que no hay otro como Yahveh, nuestro Dios,


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