Cuando Aarón y sus hijos hayan acabado de cubrir los objetos sagrados y todos los utensilios, llegado el momento de levantar el campamento, se acercarán los queatitas para transportarlo todo, pero no tocarán las cosas sagradas, porque morirían. Éstos son los deberes de los queatitas en la tienda del encuentro.
sino que destinarás a los levitas al servicio de la tienda del testimonio, de todo su mobiliario y de cuanto le pertenece. Ellos llevarán la tienda y todos sus utensilios, prestarán servicio en ella y acamparán en torno a la tienda.
Los varales eran tan largos que sus extremos se veían desde el punto del lugar santo que está delante del debir, pero no desde más lejos. Allí han quedado hasta el día de hoy.