Se levantó el hombre con la concubina y el criado para emprender la marcha, pero su suegro, el padre de la joven, le dijo: 'Mira que el día declina y se viene el atardecer; pasa la noche aquí, por favor. Está para acabarse el día; pasa la noche aquí, que se alegre tu corazón. Mañana madrugaréis para emprender vuestro viaje y llegarás a tu tienda'.