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Esdras 8:31 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 El día doce del mes primero partimos del río Ahavá para dirigirnos a Jerusalén. La mano de nuestro Dios estaba con nosotros y nos libró de enemigos y salteadores durante el camino.

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Biblia Reina Valera 1960

31 Y partimos del río Ahava el doce del mes primero, para ir a Jerusalén; y la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y nos libró de mano del enemigo y del acechador en el camino.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 El 19 de abril, levantamos el campamento junto al canal de Ahava y nos dirigimos a Jerusalén. La bondadosa mano de nuestro Dios nos protegió y nos salvó de enemigos y bandidos a lo largo del camino.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Dejamos el río Ahava para dirigirnos a Jerusalén, el doce del primer mes; la mano de nuestro Dios estaba con nosotros y nos protegió a lo largo del camino de los ataques de los enemigos y salteadores.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Partimos entonces del río Ahava el doce del mes primero° para ir a Jerusalem, y la mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y Él nos libró de mano del enemigo y de los salteadores del camino.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

31 Y partimos del río de Ahava el doce del mes primero, para ir a Jerusalén; y la mano de nuestro Dios fue sobre nosotros, y nos libró de mano del enemigo y del acechador en el camino.

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Esdras 8:31
10 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Los reuní a la orilla del río que corre hacia Ahavá, y allí acampamos tres días. Observé que había gente del pueblo y sacerdotes, pero no levitas.


Se había puesto en camino desde Babilonia el día primero del mes primero, y entró en Jerusalén el día primero del mes quinto. La mano bondadosa de su Dios estaba con él,


pero, gracias a la ayuda que recibí de Dios, me he mantenido firme hasta el día de hoy dando testimonio a pequeños y grandes, sin decir otra cosa distinta de lo que predijeron los profetas y Moisés que había de suceder:


pidiéndoselo como un favor, que enviara a Pablo a Jerusalén, a la par que tramaban una emboscada para deshacerse de él durante el viaje.


y que inclinó hacia mí la benevolencia del rey, de sus consejeros y de todos los altos oficiales del rey! Yo me sentí fortalecido, porque estaba conmigo la mano de Yahveh, mi Dios, y por eso reuní a los jefes de Israel para que subieran conmigo.


Lo veréis y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos germinarán como el césped. Se manifestará la mano de Yahveh a sus siervos, y su cólera a sus adversarios.


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