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Deuteronomio 32:49 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

49 'Sube a este monte Abarín, al monte Nebó, que está en tierra de Moab, frente a Jericó, y contempla el país de Canaán que voy a dar en propiedad a los israelitas.

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Biblia Reina Valera 1960

49 Sube a este monte de Abarim, al monte Nebo, situado en la tierra de Moab que está frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de Israel;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

49 «Ve a Moab, a las montañas que están al oriente del río, y sube el monte Nebo, que está frente a Jericó. Contempla la tierra de Canaán, la tierra que le doy al pueblo de Israel como su preciada posesión.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

49 'Sube a los cerros de los Abarim, en el país de Moab, frente a Jericó, y contempla la tierra de Canaán que yo doy a los hijos de Israel. Morirás en el cerro al que vas a subir,

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La Biblia Textual 3a Edicion

49 Sube a este monte Abarim,° al monte Nebo, que está en la tierra de Moab, frente a Jericó, y contempla la tierra de Canaán que Yo doy a los hijos de Israel en posesión.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

49 Sube a esta montaña de Abarim, al monte Nebo, que está en la tierra de Moab, que está frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de Israel;

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Deuteronomio 32:49
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Dijo Yahveh a Moisés: 'Sube a esta montaña de Abarín y contempla la tierra que he dado a los israelitas.


Pues sabemos que si nuestra morada terrestre, nuestra tienda, se derrumba, tenemos un edificio hecho por Dios, una casa no fabricada por mano de hombre, eterna, situada en el cielo.


A un rey en su esplendor contemplarán tus ojos, y verán un vastísimo país.


la cual heredaron nuestros padres e introdujeron con Josué cuando la conquista de la tierra de los gentiles, a los que Dios expulsó de la presencia de nuestros padres hasta los días de David.


'Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán que os he de dar en propiedad, si yo mando manchas de lepra a una casa del país que poseeréis,


Sube a la cumbre del Pisgá, tiende la vista hacia el poniente, hacia el norte, al mediodía y al oriente, y contémplala bien, pues no has de pasar ese Jordán.


Sube al Líbano y grita, en el Basán alza tu voz, grita desde Abarín, pues todos tus amantes están aplastados.


Te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra por donde caminas como peregrino, todo el país de Canaán en propiedad perpetua. Y yo seré su Dios'.


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