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Deuteronomio 32:41 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

41 cuando yo afile el rayo de mi espada, cuando mi mano empuñe la justicia, tomaré venganza de mis adversarios y daré su merecido a los que me odian.

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Biblia Reina Valera 1960

41 Si afilare mi reluciente espada, Y echare mano del juicio, Yo tomaré venganza de mis enemigos, Y daré la retribución a los que me aborrecen.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

41 cuando afile mi espada reluciente y comience a hacer justicia, me vengaré de mis enemigos y daré su merecido a los que me rechazan.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

41 afilaré la punta de mi espada, y mi mano empuñará el Juicio; me vengaré de mis adversarios, y daré el pago a quienes me aborrecen.

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La Biblia Textual 3a Edicion

41 Cuando afile la hoja centelleante de mi espada, Y mi mano empuñe el juicio, Tomaré venganza de mis adversarios, Y daré el pago a los que me aborrecen.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

41 Si afilare mi reluciente espada, y mi mano tomare el juicio, yo tomaré venganza de mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen.

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Deuteronomio 32:41
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Porque Yahveh va a juzgar con el fuego y con su espada a todo mortal, y muchas serán las víctimas de Yahveh.


Aquel día castigará Yahveh con su espada resistente, gigante, potente, a Leviatán, serpiente huidiza, a Leviatán, serpiente tortuosa, y matará al dragón del mar.


El Señor es juez justo, y un Dios que se enoja cada día.


traidores, temerarios, engreídos, más amigos del placer que de Dios.


Pues el anhelo de la carne es enemistad para con Dios, ya que no se somete a la ley de Dios y ni tan siquiera tiene capacidad para ello;


calumniadores, opuestos a Dios, insolentes, soberbios, fanfarrones, maquinadores de maldades, rebeldes a sus padres,


Según está escrito en el profeta Isaías: He aquí que yo envío ante ti mi mensajero, que preparará tu camino;


También vosotros, etíopes, seréis atravesados por mi espada.


Para que desmayen los corazones y se multipliquen los caídos, junto a todas sus puertas pongo el estrago de la espada. ¡Ay! Para brillar está hecha, para matar está bruñida.


Convocad frente a Babel arqueros, todos los que entesan el arco. Acampad frente a ella en derredor; que nadie escape. Pagadle de acuerdo con sus obras, de acuerdo con todo lo que hizo, haced con ella, porque se insolentó contra Yahveh, contra el Santo de Israel.


¡Una voz en la urbe! ¡Una voz en el templo! Es Yahveh, que ajusta las cuentas a sus enemigos.


Según las obras así retribuye: furor a sus adversarios, represalia a sus enemigos -de las islas tomará represalia-.


Por eso -oráculo del Señor, Yahveh Sebaot, el Fuerte de Israel-¡ah!, tomaré satisfacción de mis adversarios, me vengaré de mis enemigos.


Para mí la venganza y el dar lo merecido al tiempo en que vacile su pie; porque cerca está el día de su ruina, y ya se avecina lo que les espera.


No te postrarás ante ellas ni las servirás, porque yo, Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo en los hijos la falta de los padres hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian;


No te postrarás ante ellas, ni las servirás; porque yo, Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso que castigo en los hijos la falta de los padres hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me odian,


Cuando el arca se ponía en marcha, decía Moisés: 'Levántate, Yahveh; que tus enemigos se dispersen y huyan de tu presencia los que te odian'.


Yo había dicho en mi atropello: 'Estoy de tu presencia cercenado'. Mas, en verdad, oyes mi ruego, cuando clamo hacia ti.


Pero escuchad la palabra de Yahveh, judíos todos que habitáis en el país de Egipto: mirad: yo juro por mi gran nombre -dice Yahveh- que en todo el país de Egipto no será pronunciado más mi nombre por boca de hombre alguno de Judá, diciendo: '¡Por vida del Señor Yahveh!'.


Escuchad a los fugitivos y evadidos del país de Babel, que anuncian en Sión la venganza de Yahveh, nuestro Dios, la venganza de su templo.


Álef. Dios celoso y vengador es Yahveh, vengador es Yahveh y furibundo, Yahveh se venga de sus adversarios, es implacable con sus enemigos.


pero que castiga a quien le odia destruyéndole personalmente y no tarda en dar su merecido, en su propia persona, a quien le odia.


Mientras no se aplacare, aguza su espada, tensa el arco y lo ajusta,


para cumplir con ellos la venganza escrita, en honor de todos sus fieles. Aleluya.


Por eso, así dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: 'Mirad: voy a castigar al rey de Babel y a su país como castigué al rey de Asiria.


Dejaré mi venganza contra Edom en mano de mi pueblo Israel; actuarán en Edom según mi ira y mi furor, y así conocerán mi venganza -oráculo del Señor Yahveh'.


Provocaré la consternación de muchos pueblos por tu causa, y sus reyes se estremecerán de espanto por ti, cuando yo blanda mi espada ante ellos; todos temblarán sin pausa, temiendo por su propia vida el día de tu caída.


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