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Deuteronomio 18:10 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 y no ha de haber entre vosotros nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien se dé a la adivinación, a la observación de las nubes, a la magia, a la hechicería;

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Biblia Reina Valera 1960

10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Por ejemplo, jamás sacrifiques a tu hijo o a tu hija como una ofrenda quemada. Tampoco permitas que el pueblo practique la adivinación, ni la hechicería, ni que haga interpretación de agüeros, ni se mezcle en brujerías,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Que no haya en medio de ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego; que nadie practique encantamientos o consulte a los astros; que no haya brujos ni hechiceros;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 No sea hallado en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni hechicería,° esto es, que sea sortílego o hechicero,°

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni adivino, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,

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Deuteronomio 18:10
36 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

No acudáis a los nigromantes ni consultéis a los adivinos para no quedar impuros. Yo, Yahveh, vuestro Dios.


No comeréis nada con sangre. No practicaréis la adivinación. No ejerceréis la magia.


El que se uniere con una bestia es reo de muerte.


Y bastantes de los que habían cultivado las artes mágicas trajeron sus libros y los quemaron delante de todos. Se estimó su precio en cincuenta mil monedas de plata.


Te consumiste con tantas consultas. Que se presenten, pues, y te salven los que adoran los cielos, los que observan las estrellas, los que pronostican cada mes las cosas que te van a ocurrir.


No procedas así con Yahveh, tu Dios, porque ellos hicieron con sus dioses todo lo que Yahveh abomina y detesta e incluso llegaron a quemar en el fuego a sus hijos y sus hijas en honor de sus dioses.


Incluso hizo pasar por el fuego a sus propios hijos en el valle de Ben Hinón, creyó en los presagios, los encantamientos y la magia y consultó a nigromantes y adivinos. Hizo, en fin, de muchas maneras todo lo que es malo a los ojos de Yahveh, provocando así su ira.


Quemó, además, incienso en el valle de Ben Hinón e incluso hizo pasar a sus hijos por el fuego, conforme a las abominaciones de la gentes que Yahveh había arrojado de delante de los israelitas.


Así murió Saúl, por haber prevaricado contra Yahveh, pues no cumplió la palabra de Yahveh y, además, consultó a la nigromante.


Incluso hizo pasar por el fuego a su propio hijo, creyó en los presagios y los encantamientos y consultó a nigromantes y adivinos. Hizo, en fin, de muchas maneras todo lo que es malo a los ojos de Yahveh, provocando así su ira.


Incluso hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por el fuego, practicaron la adivinación y la hechicería y se entregaron a hacer lo que es malo a los ojos de Yahveh, con lo que provocaron su cólera.


sino que siguió los caminos de los reyes de Israel, e incluso hizo pasar a su hijo por el fuego conforme a las abominaciones de la gente que Yahveh había expulsado de delante de los israelitas.


Respondió ella: 'Tú bien sabes lo que ha hecho Saúl, que ha extirpado del país a los nigromantes y adivinos. ¿Por qué tiendes una asechanza contra mi vida para hacerme morir?'.


Entonces dijo Saúl a sus servidores: 'Buscadme una mujer evocadora de muertos, para que yo vaya a consultarla'. Respondiéronle sus servidores: 'Ahí, en Endor, hay una mujer que evoca a los muertos'.


Samuel había muerto, y todo Israel había hecho duelo por él. Fue sepultado en Ramá, su ciudad. Saúl, por su parte, había extirpado del país a los nigromantes y adivinos.


idolatría, hechicería, enemistades, contiendas, celos, animosidades, rivalidades, partidos, sectas,


y construyeron los lugares altos de Baal en el valle de Ben Hinón, para ofrecer a sus hijos y a sus hijas a Mólec -cosa que no les mandé, ni se me vino a las mientes que cometieran tal abominación-, haciendo pecar así a Judá.


Ya de antes había en la ciudad un hombre llamado Simón, que ejercía la magia y tenía seducida a la gente de Samaría, asegurándoles que él era un personaje muy importante.


¡Os lleváis la copa en la que bebe mi señor y de la que se sirve para adivinar! Os habéis comportado muy mal''.


Si alguien acude a los nigromantes y a los adivinos y se prostituye con ellos, yo volveré mi rostro contra él y lo extirparé de en medio de su pueblo.


Pues la rebeldía es como pecado de hechicería, y la contumacia como delito de idolatría. Porque tú has rechazado la palabra de Yahveh, él también te rechaza para que ya no seas rey'.


Saúl se disfrazó vistiéndose otras ropas y se fue acompañado de dos hombres. Llegaron de noche a casa de la mujer y él le dijo: 'Adivíname el futuro por medio de un espíritu y evócame al que yo te diga'.


También acabó con los nigromantes, con los adivinos, los terafim, los ídolos y todas las abominaciones que se veían por el país de Judá y en Jerusalén, para poner por obra las palabras de la ley escritas en el libro que había encontrado el sacerdote Jilquías en el templo de Yahveh.


Vosotros, por tanto, no debéis escuchar a vuestros profetas, a vuestros adivinos, a vuestros soñadores, a vuestros agoreros y a vuestros magos, que os dicen: no tendréis que servir al rey de Babilonia.


Porque os están profetizando una mentira, para alejaros de vuestro país; pues yo os expulsaré y pereceréis.


aniquilaré tus estatuas y tus estelas de en medio de ti, y ya no te postrarás ante la obra de tus manos;


Me llegaré a vosotros para el juicio y seré un testigo irrefutable contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran en falso, contra los que defraudan el jornal del jornalero, avasallan a la viuda y al huérfano y oprimen al forastero mostrando así que no me temen -dice Yahveh Sebaot-.


Rechazaron sus preceptos, la alianza que había él pactado con sus antepasados y las amonestaciones que les había hecho. Se fueron tras las vanidades, haciéndose vanos ellos mismos, y tras los pueblos de alrededor, a pesar de que Yahveh les había mandado que no los imitaran.


Han edificado los altos de Tófet, que está en el valle de Ben Hinón, para quemar en el fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no mandé ni me vino a las mientes.


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