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Deuteronomio 13:6 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Y ese profeta o ese visionario en sueños será condenado a muerte, por haber predicado la rebelión contra Yahveh, vuestro Dios, que os sacó de Egipto y os libertó de la casa de la esclavitud, para desviarte del camino que Yahveh, tu Dios, te ha mandado seguir. De esta manera extirparás el mal de en medio de ti.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Si te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 »Supongamos que alguien trata de persuadirte en secreto —incluso podría ser tu hermano, tu hijo o tu hija, tu amada esposa o tu mejor amigo— y te dice: “Vamos, rindamos culto a otros dioses”, dioses que ni tú ni tus antepasados jamás conocieron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Ese profeta o soñador debe morir porque habló de traicionar a Yavé, tu Dios, que te sacó del país de Egipto y te rescató de la casa de la esclavitud. Debe morir porque quiso desviarte del camino que Yavé te ha ordenado seguir. Así harás desaparecer el mal de en medio de ti.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Si tu hermano, el hijo de tu propia madre, o tu hijo o tu hija, o la mujer que amas, o tu amigo entrañable, te llega a incitar en secreto diciendo: Vamos y sirvamos a otros dioses (que no conociste, ni tú ni tus padres),

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

6 Cuando te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, o tu hija, o la esposa de tu seno, o tu amigo que sea como tu alma, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis,

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Deuteronomio 13:6
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Hubo también falsos profetas en el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente sectas perniciosas y negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos rápida perdición.


para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de acá para allá por todo viento de doctrina, a merced de las trampas de los hombres y de la astucia que urde las artimañas del error,


Hay amigos que llevan al fracaso, y los hay más fieles que un hermano.


Lo arrojó al abismo, que cerró y selló, para que no extraviase más a las naciones, hasta que se cumplieran los mil años. Después será soltado por un poco de tiempo.


Fue arrojado el gran dragón, la antigua serpiente, el que se llama Diablo y Satanás, el que seduce al universo entero. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.


Y Jonatán volvió a jurar a David por su amor hacia él, porque lo quería como a sí mismo.


Jonatán hizo pacto con David, pues lo amaba como a sí mismo.


Cuando David terminó de hablar con Saúl, el alma de Jonatán se apegó a la de David y Jonatán lo amó como a sí mismo.


Si al escuchar las palabras de este juramento imprecatorio, alguien se promete en su corazón que gozará de la bendición pensando: 'Tendré paz, aunque ande en la obstinación de mi corazón, pues lo bien regado compensará el secano',


El más delicado y el más tierno de entre los tuyos mirará con ojos torvos a su hermano, a la mujer que reposa en su seno y a los hijos que le queden,


Seduce, con los prodigios que le permitieron hacer al servicio de la bestia, a los moradores de la tierra, diciéndoles que hagan una imagen en honor de la bestia que, a pesar de la herida de la espada, sobrevivió.


Os digo esto para que nadie os engañe con discursos capciosos.


Y esto a pesar de los intrusos, falsos hermanos que se habían introducido solapadamente para espiar nuestra libertad, la que tenemos en Cristo Jesús, y reducirnos a esclavitud.


Así que nosotros, desde ahora en adelante, a nadie conocemos por su condición puramente humana; y aunque hubiéramos conocido a Cristo por su condición puramente humana, ahora ya no lo conocemos así.


mi corazón no fue en secreto seducido, ni besé mi mano con mi boca.


Los israelitas volvieron a hacer lo que es malo a los ojos de Yahveh y a servir a los baales y a las astartés, a los dioses de Aram y a los de Sidón, a los dioses de los moabitas y de los amonitas, y a los dioses de los filisteos. Abandonaron así a Yahveh, al que dejaron de dar culto.


Por haber escogido dioses nuevos, a las puertas estaba la guerra. ¿Acaso se veían escudos ni lanzas entre cuarenta mil en Israel?


Abandonaron a Yahveh, y sirvieron a Baal y a las astartés.


Dijo entonces Saray a Abrán: 'Recaiga sobre ti la afrenta que se me ha hecho. Fui yo la que puse a mi esclava en tu seno; pero al verse ella encinta, me mira con desprecio. Juzgue Yahveh entre tú y yo'.


¿Por qué vas, hijo mío, tras una extraña y caes en el seno de una extranjera?


¡Qué angustia siento por ti, hermano mío, Jonatán! Tú eras para mí sobremanera grato. Tu amistad fue para mí más maravillosa que el amor de las mujeres.


Si aparece en medio de ti un profeta o un visionario en sueños y te da una señal o un prodigio


Si tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo o tu hija, o la esposa que descansa en tu regazo, o tu amigo que es como tu alma, viene a seducirte en secreto y te dice: 'Vamos a rendir culto a otros dioses', a dioses que no conociste tú ni tus padres,


de modo que quienquiera que no buscase a Yahveh, Dios de Israel, había de morir, fuese pequeño o grande, hombre o mujer.


Luego entró todo el pueblo en el templo de Baal y lo demolieron, hicieron añicos sus altares y rompieron sus imágenes y mataron ante los altares a Matán, sacerdote de Baal.


por el mal que cometieron ofendiéndome, yendo a incensar y servir a otros dioses que no habían conocido ni ellos ni vosotros ni vuestros padres.


Sucederá, pues, que, si alguno se presenta aún como profeta, el padre y la madre que lo engendraron le dirán: 'No quedarás con vida, porque has dicho mentiras en nombre de Yahveh'. Y sus propios padres lo traspasarán mientras profetiza.


Dijo Moisés al pueblo: 'Acordaos de este día en que salisteis de Egipto, de la casa de esclavitud, porque Yahveh os sacó de allí por la fuerza de su mano. No se comerá pan fermentado.


Les dijo: 'Así habla Yahveh, Dios de Israel: cíñase cada uno la espada al costado. Pasad y repasad de puerta en puerta por el campamento, y que cada uno mate a su hermano, o a su amigo, o a su pariente'.


entre la soberbia en tu corazón y olvides a Yahveh, tu Dios: el que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud;


Cuando la poseáis y habitéis en ella, guardaréis y pondréis en práctica todos los preceptos y las normas que yo os promulgo hoy.


Y si alguno, por arrogancia, no quiere escuchar al sacerdote que está allí para servir a Yahveh, tu Dios, ni al juez, ese hombre morirá; así quitarás de Israel el mal.


Pero el profeta que osare decir en mi nombre cosas que yo no he mandado, o hable en nombre de otros dioses, ese profeta morirá'.


haréis con él lo que él había maquinado hacer a su hermano; así harás desaparecer el mal de en medio de ti.


Entonces todos los hombres de la ciudad lo lapidarán hasta que muera. Así harás desaparecer la maldad de en medio de ti, y todo Israel, al enterarse, temerá.


se llevará a la joven a la entrada de la casa de su padre, y los hombres de su ciudad la lapidarán hasta que muera, por haber cometido una infamia en Israel, prostituyéndose en la casa de su padre. Así harás desaparecer la maldad de en medio de ti.


Si se encuentra a un hombre que secuestró a otro, de entre sus hermanos, de entre los israelitas, para hacerlo su esclavo, o para venderlo, el ladrón habrá de morir; así extirparás el mal de en medio de ti.


Levántate, pues, purifica al pueblo y diles: 'Purificaos para mañana, porque así habla Yahveh, el Dios de Israel: hay anatema en medio de Israel y no podrás hacer frente a tus enemigos hasta que apartéis de vosotros el anatema.


Entregadnos a esos hombres hijos de Belial que hay en Guibeá; los ejecutaremos y así quedará extirpada de Israel la maldad'. Pero los benjaminitas no quisieron escuchar la voz de sus hermanos, los israelitas.


Ordenó entonces Elías: 'Prended a los profetas de Baal, que no escape ni uno'. Los prendieron y Elías los hizo bajar al torrente Quisón y allí los degolló.


Luego entró todo el pueblo en el templo de Baal y lo demolieron, hicieron añicos sus altares y sus imágenes y mataron ante el altar a Matán, sacerdote de Baal. El sacerdote Joadá montó una guardia en el templo de Yahveh.


Después el profeta Jeremías dijo al profeta Jananías: 'Escucha bien, Jananías. Yahveh no te ha enviado, y tú has inducido a este pueblo a confiar en una mentira.


Por eso, así dice Yahveh: 'Mirad: voy a enviarte fuera de la superficie de la tierra: morirás en este año, porque has predicado rebelión contra Yahveh''.


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