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Daniel 2:34 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Estabas mirando y, de pronto, se desprendió una piedra de la montaña sin intervención de mano alguna, chocó contra los pies de la estatua, que eran de hierro y de arcilla, y los pulverizó.

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Biblia Reina Valera 1960

34 Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, e hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Mientras usted observaba, una roca de una montaña fue cortada, pero no por manos humanas. La roca golpeó los pies de hierro y barro, y los hizo pedazos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Tú estabas mirándola cuando se desprendió una roca sin que nadie la moviera; pegó a la estatua a la altura de los pies de hierro y de arcilla y los rompió.

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Estabas mirando, hasta que fue cortada una piedra (no con mano humana), y golpeó a la imagen en sus pies de hierro y barro cocido y los desmenuzó.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

34 Estabas mirando, hasta que una piedra fue cortada, no con mano, la cual hirió a la imagen en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.

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Daniel 2:34
25 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Gracias a su astucia prosperará el fraude en su mano, se ensalzará en su corazón, aniquilará a muchos con engaño, se alzará contra el príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, y no por mano de hombre.


Aquel día yo haré de Jerusalén una piedra de carga para todos los pueblos. Cuantos carguen con ella, quedarán magullados. Y todas las naciones de la tierra se congregarán contra ella.'


Pues la nación o el reino que no te sirvan, perecerán; esas naciones serán exterminadas por completo.


Pues sabemos que si nuestra morada terrestre, nuestra tienda, se derrumba, tenemos un edificio hecho por Dios, una casa no fabricada por mano de hombre, eterna, situada en el cielo.


Entonces tomó la palabra y me respondió así: 'Ésta es la palabra de Yahveh a Zorobabel: no por el poder ni por la fuerza, sino por mi espíritu -dice Yahveh Sebaot-.


El reino y el dominio y la grandeza de los reinos bajo el cielo les serán dados al pueblo de los santos del Altísimo. Su reino es un reino eterno, y todos los imperios le servirán y le obedecerán'.


Por eso, así dice el Señor Yahveh: 'Mirad que estoy cimentando en Sión una piedra, una piedra probada, angular, preciosa, fundamental, cimentada: quien se apoye en ella no vacilará.


Lo de preciosa se refiere a vosotros, los creyentes; mas por los no creyentes: La piedra que rechazaron los constructores, se ha tornado en remate de esquina,


Ahora yo también te digo que tú eres Pedro; sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del Hades no podrán contra ella.


La piedra que el cantero desechaba, se ha tornado en remate de la esquina.


Lucharán contra el Cordero, pero el Cordero, junto con los suyos, los llamados, elegidos y fieles, los vencerá porque es Señor de señores y Rey de reyes '.


Tocó el séptimo ángel. Y hubo grandes voces en el cielo que decían: 'El reino del mundo ha pasado a nuestro Señor y a su Cristo. Él reinará por los siglos de los siglos'.


Cristo no entró, en efecto, en un santuario de hechura humana, imagen del auténtico, sino en el propio cielo, para aparecer ahora en la presencia de Dios en favor nuestro.


Ésta es la piedra despreciada por vosotros, los constructores de la casa, y, no obstante, constituida en remate de la esquina.


los cuales, no de sangre, ni de voluntad humana, ni de voluntad de varón, sino de Dios nacieron.


¡Sabedlo, pueblos, y temblad! ¡Oídlo, lejanías todas de la tierra! ¡Ceñíos y temblad! ¡Ceñíos y temblad!


sus piernas de hierro, y sus pies en parte de hierro y en parte de arcilla.


Así serás destrozado tú y descansarás entre incircuncisos, con los muertos a espada.'


Midió otros mil: era un río que no se podía vadear, porque el agua era tan alta que había que pasarla a nado; no era un río vadeable.


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