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Daniel 10:19 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 y me dijo: 'No temas, hombre apreciado. La paz sea contigo. ¡Vamos, ten ánimo!'. Mientras me hablaba, me sentí fortalecido y le dije: 'Hable mi señor, puesto que me has fortalecido'.

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Biblia Reina Valera 1960

19 y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate. Y mientras él me hablaba, recobré las fuerzas, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 —No tengas miedo —dijo—, porque eres muy precioso para Dios. ¡Que tengas paz, ánimo y fuerza! Mientras me decía estas palabras, de pronto me sentí más fuerte y le dije: —Por favor, háblame, señor mío, porque me has fortalecido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Me dijo: '¡No temas, tú que eres amado de Dios, la paz sea contigo! ¡Animo, ánimo!' Y mientras me hablaba, sentí que me volvían las fuerzas. Le dije: 'Hable mi señor, porque me siento mejor'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 y me dijo: Muy amado, no temas. La paz sea contigo. ¡Esfuérzate y aliéntate! Y no bien hubo hablado, recobré las fuerzas, y dije: ¡Hable mi Señor, porque me has fortalecido!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 y me dijo: Varón muy amado, no temas; la paz sea contigo; ten buen ánimo, y esfuérzate. Y cuando me habló recobré las fuerzas, y dije: Habla mi señor, porque me has fortalecido.

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Daniel 10:19
29 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Decid a los cobardes de corazón: 'Sed fuertes, no temáis; mirad a vuestro Dios, llega la venganza, la represalia de Dios; él viene a salvaros'.


¿No soy yo quien te da esta orden? Sé fuerte y animoso; no tiembles ni temas, porque Yahveh, tu Dios, irá contigo adondequiera que vayas'.


Pero Yahveh le contestó: 'La paz sea contigo. No temas; que no morirás'.


Al comenzar tus súplicas, se dio una orden y he venido a comunicártela, porque eres un hombre apreciado. Fija tu atención en esta orden y comprende la visión.


Cuando lo vi, caí como muerto a sus pies. Él puso su diestra sobre mí y me dijo: 'No temas. Yo soy el primero y el último


Pero él me dijo: 'Te basta mi gracia; pues mi poder se manifiesta en la flaqueza'. Muy a gusto, pues, me gloriaré de mis flaquezas, para que en mí resida el poder de Cristo.


'La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, la doy yo. No se turbe vuestro corazón ni sienta miedo.


Tú, pues, hijo mío, saca fuerzas de la gracia que hay en Cristo Jesús.


Cuando Jesús vio a su madre, y de pie junto a ella al discípulo a quien él amaba, dice a su madre: 'Mujer, ahí tienes a tu hijo'.


Volviéndose Pedro, ve que los iba siguiendo el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado en su pecho y le había preguntado: 'Señor, ¿quién es el que te va a entregar?'.


Decían los judíos: '¡Mira, cuánto le quería!'.


Amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.


Enviaron, pues, las hermanas a decir a Jesús: 'Señor, mira que aquel a quien amas está enfermo'.


Estad alerta, permaneced en la fe, sed valientes, sed fuertes.


¡Ánimo, pues, Zorobabel! -oráculo de Yahveh-. ¡Ánimo, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote! ¡Ánimo, pueblo todo del país! -oráculo de Yahveh-. ¡Manos a la obra! Porque yo estoy con vosotros -oráculo de Yahveh Sebaot-,


Os he dicho esto, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis tribulación; pero tened buen ánimo: yo he vencido al mundo'.


'Así dice Yahveh Sebaot: cobrad ánimo, vosotros que en estos días oís las palabras pronunciadas por los profetas, desde el día en que se pusieron los cimientos de la casa de Yahveh Sebaot para la reconstrucción del templo'.


Aquel que tenía apariencia humana me tocó de nuevo, me infundió vigor


No temas, gusanillo de Jacob, larva de Israel. 'Yo te ayudo', dice Yahveh; tu redentor es el Santo de Israel.


no temas, que yo estoy contigo; no te asustes, que yo soy tu Dios. Te fortalezco y te ayudo, te sostengo con mi diestra salvadora.


El día en que te invoco, tú me atiendes y acrecientas las fuerzas de mi alma.


Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder.


Así como fuisteis maldición en las naciones, casa de Judá y casa de Israel, así os libraré y seréis bendición. ¡No temáis! ¡Sean fuertes vuestras manos!'


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