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2 Tesalonicenses 2:13 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Nosotros, en cambio, debemos dar constantemente gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, porque Dios os ha escogido como primicias para la salvación por la santificación del Espíritu y por la fe en la verdad.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 En cuanto a nosotros, no podemos más que agradecerle a Dios por ustedes, queridos hermanos, amados por el Señor. Siempre estamos agradecidos de que Dios los eligió para que estén entre los primeros en experimentar la salvación, una salvación que vino mediante el Espíritu —quien los hace santos— y por creer en la verdad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Pero nosotros tenemos que dar gracias en todo momento por ustedes, hermanos amados por el Señor, pues ustedes son la parte de Dios y fueron elegidos para que se salvaran mediante la fe verdadera y fueran santificados por el Espíritu.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor, pues Dios os escogió como primicias° para salvación, en santificación de espíritu y fe verdadera;°

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 Mas nosotros debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos amados del Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, por la santificación del Espíritu y la fe en la verdad,

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2 Tesalonicenses 2:13
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quien nos ha salvado y llamado a una vocación santa, no según nuestras obras, sino según su propio designio y gracia, que se nos dio en Cristo Jesús desde la eternidad,


Porque Dios no nos destinó a la ira, sino a que alcancemos la salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,


Bien sabemos, hermanos, amados de Dios, que él os ha elegido;


Tenemos que dar gracias a Dios sin cesar por vosotros, hermanos, como es justo, porque vuestra fe se acrecienta con vigor y cada vez es mayor el amor de cada uno de vosotros por los demás.


Pues bien, cuando los dos niños no habían nacido todavía ni habían hecho nada, bueno o malo -para que quedara a salvo el principio de la libre elección divina,


Al oír esto, los gentiles se alegraban y glorificaban la palabra del Señor; y creyeron cuantos estaban destinados a vida eterna.


Al comenzar tus súplicas, se dio una orden y he venido a comunicártela, porque eres un hombre apreciado. Fija tu atención en esta orden y comprende la visión.


Pasé junto a ti y te vi. Era tu edad, la edad de los amores. Tendí entonces sobre ti el borde de mi manto y cubrí tu desnudez; te hice juramento, contraje una alianza contigo -oráculo del Señor Yahveh- y fuiste mía.


Desde el principio yo anuncio el fin y desde el comienzo lo que aún no ha sucedido; digo mi plan, y se cumple; hago realidad todos mis deseos.


En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo como sacrificio de purificación por nuestros pecados.


de suerte que acaben condenados todos los que no creyeron en la verdad, sino que se complacieron en la iniquidad.


Pues por la gracia habéis sido salvados mediante la fe; y esto no proviene de vosotros: es don de Dios;


de lejos se le apareció Yahveh. Con amor eterno te amé por eso te prolongué mi favor.


A Benjamín le dijo: 'Amado de Yahveh, reposa seguro junto a él, junto a aquel que siempre lo protege y entre sus colinas ha puesto su morada'.


Nosotros amamos porque él nos amó primero.


Nos engendró por propia iniciativa, con palabra de verdad, para que fuéramos como primicias de su creación.


Y el propio Señor nuestro Jesucristo, y Dios, nuestro Padre, que nos amó y nos dio, en su gracia, una consolación eterna y una maravillosa esperanza, consuele vuestros corazones y los afiance en toda obra y palabra buena.


movidos por la esperanza de lo que os está reservado en el cielo y acerca de lo cual habéis sido informados en el mensaje de la verdad, del Evangelio,


¡Oh insensatos gálatas! ¿Quién os ha fascinado, a vosotros, ante cuyos ojos ha sido presentado Jesucristo crucificado?


y no hizo diferencia alguna entre nosotros y ellos a la hora de purificar sus corazones por la fe.


y me dijo: 'Daniel, hombre apreciado, fíjate en las palabras que voy a decirte y ponte de pie en el lugar en que estás, pues ahora he sido enviado a ti'. Mientras me decía estas palabras, me puse de pie, temblando.


Desde la eternidad fui yo formada, desde el comienzo, antes que la tierra.


que envió al profeta Natán para que le impusiera el nombre de Yedidías en honor de Yahveh.


Y también: Tú, Señor, fundaste la tierra en los comienzos, y los cielos son obra de tus manos.


y de que desde niño conoces las Sagradas Escrituras, que tienen el poder de instruirte para la salvación por la fe en Cristo Jesús.


Esfuérzate en presentarte ante Dios de forma que merezcas su aprobación como trabajador que no tiene de qué avergonzarse, que expone rectamente la palabra de la verdad.


y de toda especie de maldades, que seducirán a los que están en vías de perdición, por no haber acogido el amor de la verdad que los habría salvado.


¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Es Dios quien justifica.


Pero gracias a Dios que, después de haber sido esclavos del pecado, os habéis sometido de corazón a la forma de doctrina a la que fuisteis entregados.


Respóndele Jesús: 'Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre, sino por mí.


Al principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios.


en piedad y rectitud, en su presencia, por todos nuestros días.


y me dijo: 'No temas, hombre apreciado. La paz sea contigo. ¡Vamos, ten ánimo!'. Mientras me hablaba, me sentí fortalecido y le dije: 'Hable mi señor, puesto que me has fortalecido'.


Revestíos, pues, como escogidos de Dios, pueblo santo y amado, de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de comprensión, de paciencia,


Al principio creó Dios el cielo y la tierra.


Y porque el mundo no conoció, mediante su sabiduría, a Dios en la sabiduría de Dios, quiso Dios salvar, mediante la necedad del mensaje de la predicación, a los que tienen fe.


exhortándoos y animándoos y conjurándoos a llevar una vida digna del Dios que os llama a su reino y a su gloria.


Dios no nos llamó a una vida impura, sino santa.


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