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2 Tesalonicenses 1:11 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Teniendo esto en cuenta, no cesamos de orar por vosotros, para que nuestro Dios os haga dignos de su llamada y lleve a cabo, con su poder, todo buen propósito y actividad de fe,

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Biblia Reina Valera 1960

11 Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Así que seguimos orando por ustedes, pidiéndole a nuestro Dios que los ayude para que vivan una vida digna de su llamado. Que él les dé el poder para llevar a cabo todas las cosas buenas que la fe los mueve a hacer.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Estos son nuestros pensamientos en todo momento mientras rogamos por ustedes: que nuestro Dios los haga dignos de su llamada y que, por su poder, lleve a efecto sus buenos propósitos, haciendo que su fe sea activa y eficiente.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Para lo cual, asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os considere dignos del llamamiento, y lleve a cumplimiento con poder todo propósito de bondad y obra de fe;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

11 Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, que nuestro Dios os tenga por dignos de este llamamiento, y cumpla todo buen deseo de su bondad, y la obra de fe con poder,

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2 Tesalonicenses 1:11
41 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pues es Dios quien, según su beneplácito, activa en vosotros tanto el querer como el obrar.


ante Dios, nuestro Padre, recordamos la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y la constancia de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo.


Así se manifiesta el justo juicio de Dios, para que resultéis ser dignos de ese reino de Dios, ya que por su caausa padecéis.


fija nuestra mirada en el jefe iniciador y consumador de la fe: Jesús. El cual, a la vista de la dicha que se le presentaba, soportó la cruz, sin tomar en cuenta la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios.


Para esto os llamó por medio de nuestro evangelio, para que logréis la gloria de nuestro Señor Jesucristo.


nos había predestinado a ser hijos adoptivos suyos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad,


Y a los que de antemano destinó, también los llamó, y a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó.


No temas, pequeño rebaño; que ha tenido a bien vuestro Padre daros el reino.


con la firme esperanza de que el que empezó entre vosotros la obra buena, la irá llevando a su término hasta el día de Cristo Jesús.


el Señor lleva hasta el término mi causa. Tus favores, Señor, son para siempre: no abandones las obras de tus manos.


No está tu complacencia en sacrificios para que yo te ofrezca, ni quieres tú holocaustos.


Y los hiciste para nuestro Dios reino y sacerdotes que reinarán sobre la tierra'.


Pero tienes en Sardes unas pocas personas que no han manchado sus vestiduras. Éstos andarán conmigo vestidos de blanco, porque son dignos.


El Dios de toda gracia, el que os llamó a su eterna gloria en Cristo después que hayáis padecido un poco, os restablecerá, confirmará, robustecerá y hará inconmovibles.


Por lo tanto, hermanos del pueblo santo que compartís una vocación celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote, objeto de nuestra profesión de fe, a Jesús,


a saber, correr hacia la meta, para ganar el premio al que Dios nos llama arriba en Cristo Jesús.


no ceso de dar gracias por vosotros y de recordaros en mis oraciones,


dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según el benévolo designio que se había formado de antemano


Porque Dios, a quien doy culto en mi espíritu anunciando el evangelio de su Hijo, me es testigo de que os recuerdo incensantemente


La tierra, por sí misma, produce primero el tallo, luego la espiga, y por último el trigo bien granado en la espiga.


¿Quién eres tú, gran montaña? ¡Seas llanura ante Zorobabel! Él sacará la piedra del remate entre las aclamaciones de: ¡muy bien, muy bien!'.


Conozcamos, tratemos de conocer a Yahveh: su venida es cierta como la aurora; vendrá a nosotros como lluvia de otoño, como lluvia de primavera que riega la tierra.


¿Abriría yo la matriz y no dejaría dar a luz? -dice Yahveh-. Yo, que hago dar a luz, ¿cerraré la matriz? -dice tu Dios-.


Aquel día se dirá: 'He aquí nuestro Dios, de quien esperamos que nos salve, éste es Yahveh en quien esperamos. Exultemos y gocemos en su salvación,


La senda de los justos es como la luz del alba, que aumenta en claridad hasta el pleno día;


Alabado sea el Señor, día tras día: él nos toma a su cargo, Dios de nuestra salvación. Selah


parad vuestra atención en sus murallas, recorred sus castillos, para poder contar a las generaciones venideras


quien también os mantendrá firmes hasta el final para que lleguéis sin reproche al día de nuestro Señor Jesucristo.


Desde luego, nuestro Dios, a quien servimos, puede librarnos y nos librará del horno de fuego ardiente y de tus manos, ¡oh rey!


Abandone el impío su camino, el hombre inicuo sus pensamientos, y vuelva a Yahveh, que se apiada de él, y a nuestro Dios, que perdona continuamente.


pues los dones de Dios y su llamada son irrevocables.


Con respecto a vosotros, yo estoy, hermanos míos, personalmente convencido de que también vosotros estáis llenos de buenas disposiciones, henchidos de toda clase de conocimiento y capacitados para exhortaros unos a otros.


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