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2 Samuel 19:35 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

35 Pero él le respondió: '¿Cuántos años me restan de vida, para que yo suba con el rey a Jerusalén?

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Biblia Reina Valera 1960

35 De edad de ochenta años soy este día. ¿Podré distinguir entre lo que es agradable y lo que no lo es? ¿Tomará gusto ahora tu siervo en lo que coma o beba? ¿Oiré más la voz de los cantores y de las cantoras? ¿Para qué, pues, ha de ser tu siervo una carga para mi señor el rey?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

35 Ahora tengo ochenta años de edad, y ya no puedo disfrutar de nada. La comida y el vino ya no tienen sabor, tampoco puedo oír las voces de los cantantes. Sería nada más una carga para mi señor el rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

35 Pero Barcilay le respondió: '¿Cuántos días, cuántos años de vida me quedan para que vaya con el rey a Jerusalén?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

35 Hoy cumplo ochenta años, ¿acaso discerniré entre lo bueno y lo malo? ¿Puede tu siervo saborear lo que coma o lo que beba? ¿Escucharé aún la voz de cantores y cantoras? Entonces, ¿por qué habrá de ser tu siervo otra carga para mi señor el rey?

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

35 Yo soy hoy día de edad de ochenta años, ¿podré distinguir entre lo bueno y lo malo? ¿Tomará gusto ahora tu siervo en lo que coma o beba? ¿Oiré más la voz de los cantores y de las cantoras? ¿Para qué, pues, sería aún tu siervo molesto a mi señor el rey?

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2 Samuel 19:35
15 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Pero David le dijo: 'Si vienes conmigo, serás una carga para mí;


además de sus siervos y siervas, que eran siete mil trescientos treinta y siete, y de los cantores y cantoras, que eran doscientos.


Nuestra vida es setenta años, ochenta años la vida de los fuertes: casi todos en afanes y miseria, pues rápido se pasan y nosotros nos volamos.


si es que habéis gustado cuán bueno que es el Señor.


La comida sólida es propia de adultos, o sea, de los que, a fuerza de practicar, tienen desarrollada la sensibilidad para discernir entre lo bueno y lo malo.


Amontoné plata y oro, tesoros de reyes y provincias. Me procuré cantores y cantoras, todo placer humano y no pocas mujeres.


¿No percibe el oído las palabras, como el paladar saborea los manjares?


¿Hay acaso falsedad en mi lengua? ¿No entiende mi gusto de infortunios?


además de sus siervos y siervas, que eran siete mil trescientos treinta y siete. Había también doscientos cuarenta y cinco cantores y cantoras.


Pero el rey le respondió: '¡No, hijo mío! No debemos ir todos para no serte gravosos'. Y aunque él insistió, el rey no quiso ir, y le dio la bendición.


Si la familia fuese demasiado reducida para un cordero entero, se asociará con su vecino, el más próximo a su casa, según el número de personas. Se calculará el cordero a base de las raciones individuales.


'Ve', le dijo la hija del Faraón. Fue la joven y llamó a la madre del niño.


Tengo ya ochenta años. ¿Puedo ya discernir entre lo bueno y lo malo? ¿Puede saborear tu siervo lo que come y lo que bebe? ¿Puede ya percibir la voz de cantores y cantoras? ¿Por qué ha de ser tu siervo una carga para mi señor, el rey?


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