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2 Reyes 5:23 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Respondió Naamán: 'Acepta, por favor, dos talentos'. Le insistió. Y metiendo dos talentos de plata en dos sacos, juntamente con dos mudas de vestidos, se los dio a dos criados suyos, para que los llevaran delante de él.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Dijo Naamán: Te ruego que tomes dos talentos. Y le insistió, y ató dos talentos de plata en dos bolsas, y dos vestidos nuevos, y lo puso todo a cuestas a dos de sus criados para que lo llevasen delante de él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 —Por supuesto, llévate el doble de la plata —insistió Naamán. Así que le dio dos mudas de ropa, amarró el dinero en dos bolsas y mandó a dos de sus sirvientes para que le llevaran los regalos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Naamán le dijo: 'Mejor toma dos talentos'. Lo obligó a aceptarlos y puso los dos talentos de plata en dos sacos junto con los trajes de recambio, luego se los encargó a dos de sus sirvientes para que fueran delante de Guejazí transportándolos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Y Naamán dijo: Acepta tomar dos talentos; y le insistió, y ató los dos talentos de plata en dos talegas con dos mudas de ropa, y los entregó a dos de sus siervos, que los llevaron delante de él.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

23 Y Naamán dijo: Te ruego que tomes dos talentos. Y él le constriñó, y ató dos talentos de plata en dos sacos, con dos mudas de ropa, y los puso sobre dos de sus criados para que los llevaran delante de él.

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2 Reyes 5:23
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tendiéndole trampas para cazarlo en alguna palabra salida de su boca.


Oráculo de los animales del Negueb. Por tierra de miseria y penuria, de leona y león rugiente, de víbora y dragón volador, a lomo de burros llevan sus haberes, a giba de camellos sus tesoros, a un pueblo que no vale,


El sacerdote Joadá tomó un arca, abrió en la tapa un agujero y la colocó junto al altar, a la derecha, según se entra al templo de Yahveh. Y los sacerdotes encargados de la custodia del umbral echaban allí todo el dinero llevado al templo de Yahveh.


Pero uno le dijo: 'Dígnate venir tú con tus siervos'. A lo que contestó: 'Iré'.


Pero él respondió: '¡Por vida de Yahveh, a quien sirvo, que no lo aceptaré!'. Y por más que insistió para que lo aceptara, él lo rehusó.


Pero tanto porfiaron que les dijo: 'Enviadlos'. Enviaron a aquellos cincuenta hombres, que estuvieron buscándolo durante tres días, pero no lo hallaron.


Convocó entonces el rey a todos los ancianos del país y les dijo: 'Considerad y ved que este hombre sólo busca hacernos mal. Me reclama mis mujeres y mis hijos, mi plata y mi oro, sin que yo se lo haya negado'.


El rey de Aram le contestó: 'Vete, pues, y yo enviaré una carta al rey de Israel'. Se puso en camino, llevando consigo diez talentos de plata, seis mil siclos de oro y diez vestidos.


Acepta, te ruego, los presentes que te he traído, pues Dios me ha favorecido y tengo de todo'. Y tanto le insistió que se lo aceptó.


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