Ezequías restableció los grupos de los sacerdotes y de los levitas según sus clases, cada cual según sus funciones, tanto en el caso de los sacerdotes como en el de los levitas, según que se tratara de los holocaustos, de los sacrificios de comunión, del servicio del culto, de los cánticos de acción de gracias y de los himnos de alabanza en las puertas del campamento de Yahveh.
Ahora, pues, poned vuestro corazón y vuestra alma en buscar a Yahveh, Dios vuestro, y edificad el santuario de Yahveh Dios, para que el arca de la alianza de Yahveh y los utensilios sagrados de Dios sean trasladados al templo que se ha de construir en honor del nombre de Yahveh'.
Luego establecieron a los sacerdotes según sus turnos, y a los levitas según sus clases, para el servicio de Dios en Jerusalén, como está escrito en el libro de Moisés.
A continuación Joadá montó una guardia en el templo de Yahveh bajo la autoridad de los sacerdotes y de los levitas que David había distribuido en el templo de Yahveh, para ofrecer holocaustos a Yahveh conforme está escrito en la ley de Moisés, con alegría y cánticos, según las disposiciones de David.
Los levitas y todo Judá cumplieron exactamente cuanto les había mandado el sacerdote Joadá. Y tomó cada uno sus hombres, los que entraban de servicio el sábado y los que salían el sábado -pues el sacerdote Joadá no había permitido que los diversos turnos se dispersaran-.