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2 Crónicas 34:8 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 El año dieciocho de su reinado, cuando purificaba el país y el templo, mandó a Safán, hijo de Asalías, a Maasías, gobernador de la ciudad, y a Joaj, hijo de Ocozías, el canciller, que repararan el templo de Yahveh, su Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

8 A los dieciocho años de su reinado, después de haber limpiado la tierra y la casa, envió a Safán hijo de Azalía, a Maasías gobernador de la ciudad, y a Joa hijo de Joacaz, canciller, para que reparasen la casa de Jehová su Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 En el año dieciocho de su reinado, después de haber purificado el país y el templo, Josías encargó a Safán, hijo de Azalía, a Maaseías, el gobernador de Jerusalén y a Joa, hijo de Joacaz, el historiador real, para que repararan el templo del Señor su Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 El año dieciocho de su reinado, con el fin de purificar el país y la Casa, mandó a Safán, hijo de Asalías, a Maasías, comandante de la ciudad, y a Joaj, hijo de Joajaz, heraldo, que reparasen la Casa de Yavé, su Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 En el año decimoctavo de su reinado, después de haber limpiado la tierra y la Casa, envió a Safán ben Azalía, y a Maasías gobernador de la ciudad, y a Joa ben Joacaz, cronista, para que repararan la Casa de YHVH su Dios.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 A los dieciocho años de su reinado, después de haber limpiado la tierra, y la casa, envió a Safán, hijo de Azalías, y a Maasías, gobernador de la ciudad, y a Joah, hijo de Joacaz el cronista, para que reparasen la casa de Jehová su Dios.

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2 Crónicas 34:8
18 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Joab, hijo de Servia, era el jefe del ejército; Josafat, hijo de Ajilud, era el cronista;


Y setenta de los ancianos de la casa de Israel, entre los cuales se encontraba Yazanías, hijo de Safán, estaban de pie ante ellos, cada uno con su incensario en la mano, mientras ascendía el perfume de una nube de incienso.


Igualmente, todos los judíos que estaban en Moab, entre los amonitas, en Edom o en cualquier otro país, cuando oyeron que el rey de Babilonia había dejado un resto en Judá y que al frente de ellos había puesto a Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán,


enviaron gente para sacar a Jeremías del patio de la guardia y se lo entregaron a Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán, para que lo llevara a casa. Así quedó entre la población.


Baruc leyó entonces en el libro las palabras de Jeremías en el templo de Yahveh, en la sala de Guemarías, hijo de Safán, el secretario, en el atrio superior, a la entrada de la Puerta Nueva del templo de Yahveh, y todo el pueblo escuchaba.


'Así dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: has enviado cartas en tu nombre a todo el pueblo que hay en Jerusalén, al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, y a todos los sacerdotes, diciéndoles:


Así dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel, acerca de Ajab, hijo de Colayas, y acerca de Sedecías, hijo de Maasías, que os profetizan mentira en mi nombre. 'Mirad: voy a entregarlos en mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia, que los hará matar ante vuestros ojos;


por medio de Elasá, hijo de Safán, y de Guemarías, hijo de Jilquías, a quienes Sedecías, rey de Judá, había enviado a Babilonia, a Nabucodonosor, rey de Babilonia:


Sin embargo, la mano de Ajicán, hijo de Safán, veló por Jeremías, para que no fuera entregado en manos del pueblo y le dieran muerte.


Palabra que le fue dirigida a Jeremías de parte de Yahveh, cuando el rey Sedecías le envió a Pasjur, hijo de Malquías, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, para decirle:


El rey de Israel ordenó: 'Prended a Miqueas, llevadlo a Amón, gobernador de la ciudad, y a Joás, hijo del rey,


Joab, hijo de Servia, era el jefe del ejército; Josafat, hijo de Ajilud, era el cronista;


Adorán era el jefe de tributos; y Josafat, hijo de Ajilud, era el cronista.


Desde el año trece de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, hasta hoy, son veintitrés años que se me viene dirigiendo la palabra de Yahveh, y yo os he hablado a su tiempo y sin cesar, pero no habéis escuchado.


Reunió a los sacerdotes y levitas y les dijo: 'Salid por la ciudades de Judá y recoged de todo Israel dinero para reparar de año en año el templo de vuestro Dios, y daos prisa en ello'. Pero los levitas no se mostraron diligentes.


El rey y Joadá lo entregaban a los encargados de la reparación del templo de Yahveh, los cuales pagaban a los canteros y carpinteros contratados para restaurar el templo de Yahveh, así como a los que trabajaban el hierro y el bronce para reparar el templo de Yahveh.


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