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2 Crónicas 26:7 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Dios le prestó ayuda contra los filisteos, contra los árabes que residían en Gur Baal y contra los meunitas.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Dios le dio ayuda contra los filisteos, y contra los árabes que habitaban en Gur-baal, y contra los amonitas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Dios lo ayudó en las guerras contra los filisteos, en sus batallas contra los árabes de Gur y en sus guerras contra los meunitas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Dios lo asistió contra los filisteos, contra los árabes que vivían en Gur-Baal y contra los maonitas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y Ha-’Elohim lo ayudó contra los filisteos, y contra los árabes que vivían en Gur-baal, y contra los meunitas.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

7 Y Dios le dio ayuda contra los filisteos, y contra los árabes que habitaban en Gur-baal, y contra los meunitas.

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2 Crónicas 26:7
14 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

En efecto, Yahveh suscitó contra Jorán la animosidad de los filisteos y de los árabes, vecinos de los etíopes,


Dios los ayudó contra ellos, y los agarenos y todos los que con ellos estaban cayeron en sus manos; pues clamaron a Dios durante la batalla, y él los escuchó, porque habían confiado en él.


pero, gracias a la ayuda que recibí de Dios, me he mantenido firme hasta el día de hoy dando testimonio a pequeños y grandes, sin decir otra cosa distinta de lo que predijeron los profetas y Moisés que había de suceder:


No te alegres, Filistea toda entera, de que se haya roto la vara que te hería; pues de la raíz de la sierpe saldrá un basilisco, y su fruto será un dragón volador


Tú mantienes mi lámpara encendida, el Señor ilumina mis tinieblas.


Después de esto, los moabitas, los amonitas y con ellos algunos meunitas fueron contra Josafat en son de guerra.


Incluso algunos filisteos traían a Josafat regalos y plata como tributo. Hasta los árabes le trajeron ganado menor: siete mil setecientos carneros y siete mil setecientos machos cabríos.


Yahveh derrotó a los etíopes ante Asá y ante Judá, y los etíopes emprendieron la huida.


Salió David a su encuentro y les dijo: 'Si venís a mí en son de paz para prestarme ayuda, mi corazón estará con vosotros; pero si es para traicionarme en favor de mis enemigos, no habiendo violencia en mis manos, que el Dios de nuestros padres lo vea y lo castigue'.


Éstos que han sido citados por sus nombres llegaron en tiempos de Ezequías, rey de Judá, destruyeron las tiendas de los meunitas que allí se hallaban, los consagraron al anatema hasta el día de hoy y se asentaron en su lugar, ya que allí había pasto para sus rebaños.


Les causaron también muchos muertos, porque la guerra provenía de Dios. Y se asentaron en su lugar hasta el destierro.


Invocó entonces Asá a Yahveh, su Dios, diciendo: '¡Oh Yahveh! Nadie como tú puede prestar ayuda en la lucha entre un poderoso y un desvalido. Socórrenos, Yahveh, Dios nuestro, pues en ti nos apoyamos y en tu nombre vamos contra esa muchedumbre Yahveh, tú eres nuestro Dios; no prevalezca hombre alguno contra ti'.


Porque, si va contigo, por mucho que te esfuerces en el combate, Dios te hará caer ante el enemigo. Dios tiene poder para ayudar y para derribar'.


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