2 Crónicas 25:4 - Biblia Serafín de Ausejo 19754 pero no mató a sus hijos, conforme a lo escrito en la ley, en el libro de Moisés, donde manda Yahveh: 'No morirán los padres por las culpas de los hijos ni los hijos por las culpas de los padres. Cada cual morirá por su propio pecado'. សូមមើលជំពូកកំណែច្រើនទៀតBiblia Reina Valera 19604 Pero no mató a los hijos de ellos, según lo que está escrito en la ley, en el libro de Moisés, donde Jehová mandó diciendo: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres; mas cada uno morirá por su pecado. សូមមើលជំពូកBiblia Nueva Traducción Viviente4 Sin embargo, no mató a los hijos de los asesinos porque obedeció el mandato del Señor que Moisés había escrito en el libro de la ley: «Los padres no deben morir por los pecados de los hijos, ni los hijos deben morir por los pecados de los padres. Los que merezcan la muerte serán ejecutados por sus propios delitos». សូមមើលជំពូកBiblia Católica (Latinoamericana)4 Pero no hizo morir a los hijos de ellos, conforme a lo escrito en la Ley, en el libro de Moisés, donde Yavé tenía prescrito: 'No morirán los padres por los hijos ni los hijos por los padres, sino que cada uno morirá por su propio pecado. សូមមើលជំពូកLa Biblia Textual 3a Edicion4 pero no dio muerte a los hijos de ellos, conforme a lo escrito en la Ley, en el rollo de Moisés, donde YHVH había ordenado, diciendo: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos morirán por los padres, sino que cada hombre morirá por su pecado.° សូមមើលជំពូកBiblia Reina Valera Gómez (2023)4 Mas no mató a los hijos de ellos, según lo que está escrito en la ley en el libro de Moisés, donde Jehová mandó, diciendo: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres; mas cada uno morirá por su pecado. សូមមើលជំពូក |
Reunió luego Amasías a los de Judá y los asentó, según sus casas paternas, bajo jefes de millares y de centenas, por todo Judá y Benjamín. Los empadronó desde los veinte años para arriba, y halló que había trescientos mil hombres escogidos, aptos para la milicia, que podían empuñar la lanza y el escudo.