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2 Crónicas 20:21 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Luego, tras haber deliberado con el pueblo, designó a los que habían de cantar a Yahveh y entonarle alabanzas, los cuales, revestidos de ornamentos sagrados, salieron al frente de la tropa, diciendo: 'Alabad a Yahveh, porque es eterna su misericordia'.

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Biblia Reina Valera 1960

21 Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Después de consultar con el pueblo, el rey nombró cantores que caminaran delante del ejército cantando al Señor y alabándolo por su santo esplendor. Esto es lo que cantaban: «¡Den gracias al Señor; su fiel amor perdura para siempre!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 Después, habiendo conversado con el pueblo, dispuso a los cantores de Yavé y a los salmistas que marcharían al frente de las tropas vestidos de ornamentos sagrados: 'Alaben a Yavé porque es eterno su amor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y habiendo consultado con el pueblo, designó a algunos que, vestidos con ornamentos sagrados, cantaran y alabaran a YHVH al frente del ejército, diciendo: ¡Alabad a YHVH, porque para siempre es su misericordia!

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

21 Y habiendo consultado con el pueblo, puso a algunos que cantasen a Jehová, y alabasen en la hermosura de la santidad, mientras salían delante del ejército, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.

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2 Crónicas 20:21
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Alabad al Señor, que es bondadoso, y su amor, eterno.


Aleluya. Alabad al Señor, que es bondadoso y su amor eterno.


sucedió que trompeteros y cantores al unísono hacían oír su voz, alabando y celebrando a Yahveh, y elevaban el sonido de las trompetas, de los címbalos y de los instrumentos músicos en alabanza de Yahveh, porque es bueno, porque su misericordia es eterna. Y en aquel momento, una nube llenó el templo de Yahveh,


Alabad al Señor, que es bondadoso, y su amor es eterno.


rendid ante el Señor la gloria de su nombre, penetrad en sus atrios, elevadle presentes. ¡Adorad al Señor en vestiduras sacras,


Tributad al Señor la gloria de su nombre, postraos ante él en esplendor sagrado.


el grito de gozo y el grito de alegría, el canto del esposo y el canto de la esposa, el canto de los que dicen: '¡Alabad a Yahveh Sebaot, porque Yahveh es bueno, porque su misericordia es eterna!', cuando traigan el sacrificio de alabanza al templo de Yahveh, porque voy a restablecer la situación del país como era al principio' -dice Yahveh-.


Los sacerdotes atendían de pie a su ministerio, mientras los levitas, al son de los instrumentos músicos de Yahveh que había hecho el rey David para alabar a Yahveh -porque es eterna su misericordia-, entonaban las alabanzas compuestas por David. Los sacerdotes, frente a ellos, tocaban las trompetas. Y todo Israel estaba de pie.


Y todos los israelitas, al ver bajar el fuego y la gloria de Yahveh sobre el templo, se postraron rostro en tierra sobre el pavimento y adoraron y alabaron a Yahveh: 'Porque es bueno, porque es eterna su misericordia'.


Adorad al Señor en vestiduras sacras, trepida toda la tierra en su presencia.


Sobre nosotros vengan las dulzuras del Señor, de nuestro Dios. Consolida en nosotros la acción de nuestras manos, la acción de nuestras manos fortalece.


Con ocasión de la dedicación de la muralla de Jerusalén, buscaron a los levitas de todos los lugares para traerlos a Jerusalén, con el fin de celebrar la dedicación con alegría, acción de gracias y cánticos al son de címbalos, salterios y cítaras.


Con ellos estaban Hemán y Yedutún y los demás elegidos y normalmente designados para glorificar a Yahveh: 'porque es eterna su misericordia'.


Un pueblo sin gobierno va a la ruina, el éxito depende de los muchos consejeros.


Desde Sión, corona de beldad, se manifiesta,


Los israelitas que se hallaban en Jerusalén celebraron la fiesta de los Ázimos durante siete días con grande alegría, mientras los levitas y los sacerdotes cantaban alabanzas a Yahveh cada día con voz poderosa.


Yo clamo al Señor, el adorable, y de mis enemigos seré salvo.


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