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2 Corintios 4:17 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Porque el momento pasajero de nuestra tribulación va produciendo en nosotros un peso eterno de gloria cada vez más inmenso.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 No se pueden equiparar esas ligeras pruebas que pasan aprisa con el valor formidable de la gloria eterna que se nos está preparando.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Porque esta leve tribulación momentánea, produce en nosotros un cada vez más excelente° y eterno peso de gloria;

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Porque nuestra leve aflicción, la cual es momentánea, produce en nosotros un inmensurable y eterno peso de gloria;

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2 Corintios 4:17
33 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Yo tengo para mí que los sufrimientos del tiempo presente no merecen compararse con la gloria venidera que se revelará en nosotros.


El Dios de toda gracia, el que os llamó a su eterna gloria en Cristo después que hayáis padecido un poco, os restablecerá, confirmará, robustecerá y hará inconmovibles.


Bienaventurado el que soporta la prueba; porque, una vez probado, recibirá la corona de la vida que Dios prometió a los que lo aman.


Y nosotros todos, con el rostro descubierto, reflejando como en un espejo la gloria del Señor, su imagen misma, nos vamos transfigurando con gloria creciente como por la acción del Señor, que es Espíritu.


En todas estas cosas salimos plenamente vencedores por medio de aquel que nos amó.


El final de todo está cerca. Sed, pues, sensatos y velad en la oración.


Pues, según está escrito: Lo que el ojo no vio ni el oído oyó, ni el corazón humano imaginó, eso preparó Dios para los que le aman.


A aquel que puede guardaros sin pecado y presentaros ante su gloria irreprensibles con júbilo;


¿Quién podrá condenar? Pero es que, además, Cristo [Jesús], el que murió, mejor aún, el resucitado, el que está a la diestra de Dios, aboga en favor nuestro.


a quienes, siendo constantes en el bien obrar, buscan gloria y honra e inmortalidad, les dará vida eterna;


Pues yo sé que esto servirá para mi salvación, gracias a vuestras oraciones y a la asistencia del Espíritu de Jesucristo,


En un acceso de cólera escondí mi rostro de ti un instante; pero de ti me apiado con amor eterno dice tu redentor, Yahveh.


Saludable me ha sido la aflicción para aprender tus mandamientos.


Con tu aviso me guías para ponerme en dignidad.


fuera de que el Espíritu Santo en cada ciudad me va asegurando que me aguardan prisiones y tribulaciones.


Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos. De esta misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.


¡Ah, si acogieras a quienes practican la justicia, a quienes se acuerdan de ti en sus caminos! He aquí que estás enojado porque hemos pecado contra ti desde antiguo, hemos sido rebeldes.


Primero de humillarme, andaba errado, pero ahora retengo tu palabra.


Enmudezcan los labios mentirosos, que platican con arrogancia sobre el justo, con orgullo y desdén.


Cantad salmos al Señor, amados suyos, alabad su nombre santo.


Después de estos sucesos, Yahveh dirigió la palabra a Abrán en una visión, diciéndole: 'No temas, Abrán. Yo soy tu escudo; tu recompensa será muy grande'.


Queridos míos, ahora somos hijos de Dios, aunque todavía no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como es.


Es, en efecto, a los ojos de Dios que los que os atribulan sean a su vez atribulados,


Esto nos permite sentirnos orgullosos de vosotros en las iglesias de Dios por vuestra constancia y vuestra fe en medio de todas vuestras persecuciones y de las tribulaciones que soportáis.


Alegraos aquel día y saltad de gozo; porque mirad: vuestra recompensa será grande en el cielo. Porque de la misma manera trataban sus padres a los profetas.


Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos y cierra tus puertas tras de ti; escóndete apenas un momento, hasta que pase el enojo.


Por eso, todo lo sufro por amor a los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación que está en Cristo Jesús con gloria eterna.


Pero si la mujer no se manchó y es pura, quedará lisa, y será fecunda.


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