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2 Corintios 3:17 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 El Señor es el Espíritu; y donde hay Espíritu del Señor, hay libertad.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Pues el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 El Señor es espíritu, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad.°

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.

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2 Corintios 3:17
13 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Porque la ley del Espíritu, dador de la vida en Cristo Jesús, me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte.


Porque vosotros, hermanos, fuisteis llamados a la libertad. Solamente que esta libertad no dé pretexto a la carne; sino al contrario, poneos, por medio del amor, los unos al servicio de los otros.


Y prueba de que sois hijos es que Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: ¡ Abbá, Padre!


conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres'.


Cristo nos liberó para que vivamos en libertad. Manteneos, pues, firmes; y no os dejéis sujetar de nuevo al yugo de la esclavitud.


Pues el Espíritu que Dios nos dio no es de timidez sino de fortaleza, de amor y de autodominio.


Es el espíritu el que da vida, la carne de nada sirve. Las palabras que yo os he dicho son espíritu y son vida.


Crea, Señor, en mí un corazón puro, y un espíritu recto renueva en mis entrañas.


que nos ha capacitado para ser servidores de la nueva alianza, no la de la letra, sino la del Espíritu. Pues la letra mata, mientras que el Espíritu da vida.


Así está escrito: El primer hombre, Adán, fue ser viviente; el último Adán, espíritu vivificante.


Y nosotros todos, con el rostro descubierto, reflejando como en un espejo la gloria del Señor, su imagen misma, nos vamos transfigurando con gloria creciente como por la acción del Señor, que es Espíritu.


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