Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





2 Corintios 2:17 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Porque nosotros no somos como tantos que adulteran la palabra de Dios, sino que, con toda sinceridad, como enviados de Dios, hablamos ante Dios en Cristo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

17 Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Ya ven, no somos como tantos charlatanes que predican para provecho personal. Nosotros predicamos la palabra de Dios con sinceridad y con la autoridad de Cristo, sabiendo que Dios nos observa.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Se encuentran con facilidad vendedores de la palabra de Dios, pero nosotros actuamos por convicción; todo procede de Dios y lo decimos en su presencia, en Cristo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

17 Porque no somos como muchos que negocian por lucro con la Palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en el Mesías.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 Porque no somos como muchos que adulteran la palabra de Dios; antes con sinceridad, como de parte de Dios, delante de Dios hablamos en Cristo.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




2 Corintios 2:17
30 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Al contrario, hemos renunciado a los encubrimientos vergonzantes y no procedemos con astucia ni falseamos la palabra de Dios, sino que, por el contrario, mediante la manifestación de la verdad nos recomendamos a nosotros mismos ante toda conciencia humana en la presencia de Dios.


Mi orgullo se basa en el testimonio de nuestra conciencia de que hemos actuado en el mundo, y especialmente con vosotros, con la simplicidad y honradez de Dios, [y] no con sabiduría carnal, sino con la gracia de Dios.


Pero tengo contra ti que toleras a Jezabel, esa mujer que se proclama a sí misma profetisa y enseña y seduce a mis siervos a fornicar y a comer de lo inmolado a los ídolos.


Se han infiltrado, en efecto, algunos hombres impíos, inscritos ya desde antiguo para este juicio, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios y que niegan al único Soberano y Señor nuestro, Jesucristo.


A éstos hay que taparles la boca, ya que están echando a perder a familias enteras enseñando lo que no deben, y todo por una sórdida ganancia.


Así pues, celebremos la fiesta, no con levadura vieja, ni con levadura de malicia y de perversidad, sino con ázimos de sinceridad y de verdad.


porque surgirán falsos cristos y falsos profetas que harán grandes señales y prodigios, para engañar, si fuera posible, aun a los mismos elegidos.


los profetas profetizan con mentira, los sacerdotes gobiernan por su cuenta, y mi pueblo así lo quiere. Pero ¿qué haréis cuando llegue el fin?


Queridos míos, no os fiéis de todo espíritu, sino examinad si los espíritus son de Dios, porque han salido al mundo muchos falsos profetas.


cómo nada callé que pudiera seros de provecho ni dejé de predicaros e instruiros tanto en público como en privado,


Cayó prisionera la bestia, y con ella el falso profeta, el que hacía a su servicio las señales con las que extravió a los que recibieron la marca de la bestia y a cuantos adoraron su imagen. Ambos fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde en azufre.


Fue arrojado el gran dragón, la antigua serpiente, el que se llama Diablo y Satanás, el que seduce al universo entero. Fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.


porque ningún temor me impidió anunciaros todo el designio completo de Dios.


Por la fe dejó Egipto, sin dejarse atemorizar por la ira del rey, ya que se mantuvo en su resolución como quien veía al Invisible.


Dios me es fiador de que la palabra que os dirigimos no es sí y no.


con palabra de verdad, con poder de Dios; mediante las armas de la justicia, las de la derecha y las de la izquierda;


¿Por qué? ¿Porque no os amo? ¡Dios lo sabe!


¿Estáis pensando desde hace tiempo que nos estamos defendiendo ante vosotros? ¡Es ante Dios, en Cristo, como estamos hablando! Y todo, amados míos, para edificación vuestra.


Me maravillo de que tan pronto os hayáis pasado del que os llamó por la gracia de Cristo a otro Evangelio.


sino que, por haber sido Dios el que nos ha juzgado dignos de que se nos confiara el evangelio, así lo predicamos, no buscando el aplauso, no de los hombres, sino de Dios, que examina nuestros corazones.


El que predica, hágalo como quien profiere palabras de Dios; el que ejerce un ministerio, como quien tiene poder otorgado por Dios. Y así, en todas las cosas será Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenece la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម