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1 Tesalonicenses 5:23 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Que Él, Dios de la paz os santifique totalmente; y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se mantenga irreprochable para la parusía de nuestro Señor Jesucristo.

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Biblia Reina Valera 1960

23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Ahora, que el Dios de paz los haga santos en todos los aspectos, y que todo su espíritu, alma y cuerpo se mantenga sin culpa hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Que el Dios de la paz los haga santos en toda su persona. Que se digne guardarlos sin reproche en su espíritu, su alma y su cuerpo hasta la venida de Cristo Jesús, nuestro Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Y el mismo Dios de paz os santifique completamente, y todo vuestro ser: espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible en la venida de Jesús el Mesías, nuestro Señor.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

23 Y el mismo Dios de paz os santifique enteramente; y ruego a Dios que todo vuestro espíritu y alma y cuerpo sean guardados irreprensibles para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

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1 Tesalonicenses 5:23
37 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

A aquel que puede guardaros sin pecado y presentaros ante su gloria irreprensibles con júbilo;


Porque la palabra de Dios es viva y activa, y más tajante que una espada de dos filos: penetra hasta la división de alma y espíritu, de articulaciones y tuétanos, y discierne las intenciones y pensamientos del corazón.


y mantenga vuestros corazones irreprochables y santos ante Dios nuestro Padre, en la parusía de nuestro Señor Jesús, acompañado de todo su pueblo santo.


El Dios de toda gracia, el que os llamó a su eterna gloria en Cristo después que hayáis padecido un poco, os restablecerá, confirmará, robustecerá y hará inconmovibles.


hasta que lleguéis a discernir los valores de las cosas, para que así seáis puros e irreprochables para el día de Cristo,


santificados por el Espíritu, según el previo designio de Dios Padre, para recibir el mensaje de Jesucristo y la aspersión de su sangre: que abunden en vosotros la gracia y la paz.


con la firme esperanza de que el que empezó entre vosotros la obra buena, la irá llevando a su término hasta el día de Cristo Jesús.


Observad mis leyes y ponedlas en práctica. Yo soy Yahveh, el que os santifica.


Por eso, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que él os halle en paz, sin mancha e irreprensibles.


Además, tanto el que consagra como los consagrados proceden todos del mismo origen, y por esto precisamente no se avergüenza de llamarlos hermanos


ahora ya os ha reconciliado por su cuerpo de carne mediante la muerte, para presentaros santos, sin tacha e irreprochables ante él,


pues Dios no es Dios de desorden, sino de paz. Como en todas las reuniones de los fieles,


Que el Dios de la esperanza os colme de todo gozo y de paz en vuestra permanencia en la fe, a fin de que reboséis de esperanza por el poder del Espíritu Santo.


Dijo entonces María: 'Canta mi alma la grandeza del Señor,


El Dios de la paz, que levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran pastor de las ovejas, por la sangre de la alianza eterna,


Y que Dios, fuente de constancia y de consuelo, os conceda tener entre vosotros un mismo sentir, de acuerdo con Cristo Jesús,


Que el Señor de la paz os dé la paz siempre y en todo. El Señor sea con todos vosotros.


Y lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, llevadlo a la práctica y el Dios de la paz estará con vosotros.


como que Dios es quien en Cristo estaba reconciliando consigo el mundo, sin tomar en cuenta a los hombres sus faltas, y quien puso en nosotros el mensaje de la reconciliación.


a fin de que les abras los ojos y se conviertan de las tinieblas a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, y alcancen la remisión de los pecados y tengan parte en la herencia de los que han sido santificados por la fe en mí'.


Y por ellos me consagro a mí mismo, para que también ellos sean consagrados en la verdad.'


Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago, a los que fueron llamados, amados en Dios Padre y guardados en Jesucristo:


Esto quiere Dios de vosotros: una vida santa; que os apartéis de la fornicación,


a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, a los llamados a ser santos junto con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:


Y el Dios de la paz aplastará muy pronto a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesús sea con vosotros.


El Dios de la paz sea con todos vosotros. Amén.


Ahora os dejo encomendados al Señor y a la palabra de su gracia, que tiene poder para edificar y concederos la herencia con todos los santificados.


Sed santos para mí, porque yo, Yahveh, soy santo, y os he separado de los pueblos para que seáis míos.


Porque, ¿cuál es nuestra esperanza o alegría o corona de gloria de que sentirnos orgullosos ante nuestro Señor Jesús en su parusía, sino vosotros mismos? Sí, vosotros sois nuestra gloria y nuestra alegría.


Y cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre, sabrán las naciones que yo soy Yahveh, que santifico a Israel.'


De Dios viene el que vosotros estéis en Cristo Jesús, el cual, por iniciativa de Dios, se hizo nuestra sabiduría, como también justicia, santificación y redención.


¡Que Dios mismo, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesús nos pongan en buen camino hacia vosotros!


Pero la constancia ha de culminar en una obra perfecta, para que seáis perfectos y plenamente íntegros, sin deficiencia alguna.


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