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1 Tesalonicenses 3:13 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 y mantenga vuestros corazones irreprochables y santos ante Dios nuestro Padre, en la parusía de nuestro Señor Jesús, acompañado de todo su pueblo santo.

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Biblia Reina Valera 1960

13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Que él, como resultado, fortalezca su corazón para que esté sin culpa y sea santo al estar ustedes delante de Dios nuestro Padre cuando nuestro Señor Jesús regrese con todo su pueblo santo. Amén.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Que él los fortalezca interiormente para que sean santos e irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el día que venga Jesús, nuestro Señor, con todos sus santos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 para que afirme vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de nuestro Dios y Padre, ante la venida° de nuestro Señor Jesús con todos sus santos.°

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

13 para que sean afirmados vuestros corazones en santidad, irreprensibles delante de Dios y Padre nuestro, para la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

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1 Tesalonicenses 3:13
28 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Que Él, Dios de la paz os santifique totalmente; y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se mantenga irreprochable para la parusía de nuestro Señor Jesucristo.


ahora ya os ha reconciliado por su cuerpo de carne mediante la muerte, para presentaros santos, sin tacha e irreprochables ante él,


para presentársela a sí mismo toda gloriosa, sin mancha ni arruga o cosa parecida, sino, por el contrario, santa e inmaculada.


Porque, ¿cuál es nuestra esperanza o alegría o corona de gloria de que sentirnos orgullosos ante nuestro Señor Jesús en su parusía, sino vosotros mismos? Sí, vosotros sois nuestra gloria y nuestra alegría.


También sobre ellos profetizó Henoc, el séptimo después de Adán, diciendo: 'Mirad, ha venido el Señor con sus santas miríadas


A aquel que puede guardaros sin pecado y presentaros ante su gloria irreprensibles con júbilo;


Huiréis por el valle de mis montes, porque el valle de los montes llegará hasta Yasol. Huiréis, como huisteis del terremoto en tiempo de Ozías, rey de Judá. Entonces vendrá Yahveh, mi Dios, y todos los consagrados con él.


Os decimos esto como palabra del Señor: nosotros, los que vivimos, los supervivientes hasta la parusía del Señor, no les llevaremos la delantera a los que ya murieron.


¡Que Dios mismo, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesús nos pongan en buen camino hacia vosotros!


hasta que lleguéis a discernir los valores de las cosas, para que así seáis puros e irreprochables para el día de Cristo,


Dijo así: 'Yahveh partió del Sinaí, desde Seír amaneció para ellos; resplandeció desde el monte Parán, llegó a Meribá en Cades con rayos de luz fulgurante en su diestra.


Y ahora, hermanos, a propósito de la parusía de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, os hacemos un ruego:


cuando venga, aquel día, a recibir la gloria en medio de su pueblo santo y a ser admirado por todos los que creyeron, pues de hecho vosotros creísteis en nuestro testimonio.


Al que puede afianzaros en el evangelio que anuncio y en la proclamación de Jesucristo, según la revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos,


¿Quién eres tú para juzgar al criado ajeno? Si está de pie o caído, eso es cosa de su amo. Pero se mantendrá en pie, que el Señor tiene poder para sostenerlo.


El Dios de toda gracia, el que os llamó a su eterna gloria en Cristo después que hayáis padecido un poco, os restablecerá, confirmará, robustecerá y hará inconmovibles.


Cada uno en el orden que le corresponde: las primicias, Cristo; después, los de Cristo en su parusía.


Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria.


Porque, si alguno se avergüenza de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles'.


Ambos eran realmente rectos ante Dios y llevaban una conducta intachable en conformidad con todos los mandamientos y órdenes del Señor.


que se entregó a sí mismo por nuestros pecados, para arrancarnos del perverso mundo actual, según la voluntad de Dios, nuestro Padre,


y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, colaborador de Dios en el evangelio de Cristo, para que os diera ánimos y os afianzara en vuestra fe,


después nosotros, los que vivimos, los supervivientes, seremos arrebatados juntamente con ellos entre nubes, por el aire, al encuentro del Señor. Y así estaremos siempre con el Señor.


mientras que vosotros, los atribulados, encontraréis, junto con nosotros, el debido reposo, cuando el Señor Jesús aparezca bajando del cielo con sus poderosos ángeles,


Tened paciencia vosotros también, fortaleced vuestro corazón, porque está cerca la parusía del Señor.


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