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1 Tesalonicenses 1:8 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 A partir de vosotros, la palabra del Señor no ha resonado sólo en Macedonia y en Acaya, sino que en todas partes se ha difundido la noticia de vuestra fe en Dios, hasta el punto de no tener nosotros necesidad de explicar nada;

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Biblia Reina Valera 1960

8 Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no solo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Y ahora, la palabra del Señor está siendo anunciada, partiendo de ustedes a gente de todas partes, aun más allá de Macedonia y Acaya, pues adondequiera que vamos, encontramos personas que nos hablan de la fe que ustedes tienen en Dios. No hace falta que se la mencionemos,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 De hecho, a partir de ustedes la palabra del Señor se difundió en Macedonia y Acaya, y más allá aún. Su fe en Dios se comenta en tantos lugares que no necesitamos decir más al respecto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Porque desde vosotros ha resonado la palabra del Señor no sólo en Macedonia y Acaya, sino en todo lugar vuestra fe para con° Dios se ha divulgado, de modo que no tuvimos necesidad de decir nada.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Porque partiendo de vosotros ha resonado la palabra del Señor; no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada;

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1 Tesalonicenses 1:8
20 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Primeramente, doy gracias a mi Dios, por mediación de Jesucristo, a causa de todos vosotros, porque vuestra fe es celebrada en todo el mundo.


Vi otro ángel que volaba por lo más alto del cielo. Tenía un evangelio eterno para anunciarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo,


De Demetrio dan testimonio todos y hasta la misma verdad. También nosotros damos testimonio en su favor, y bien sabes que nuestro testimonio es verdadero.


Esto nos permite sentirnos orgullosos de vosotros en las iglesias de Dios por vuestra constancia y vuestra fe en medio de todas vuestras persecuciones y de las tribulaciones que soportáis.


¡Qué hermosos en los montes los pies del mensajero, pregonero de la paz, mensajero de la dicha, pregonero de la salvación, que dice a Sión: 'Reina tu Dios'.


Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor siga su curso y sea glorificada, como sucede entre vosotros,


El Espíritu y la esposa dicen: 'Ven'. El que oiga, diga: 'Ven'. Quien tenga sed, que se acerque. El que quiera, tome gratis del agua de la vida.


Vuestra obediencia ha llegado a conocimiento de todos. Estoy, pues, contento de vosotros. Pero quiero que seáis experimentados en el bien y sin mezcla con el mal.


vendrán pueblos numerosos y dirán: 'Venid, subamos a la montaña de Yahveh, al templo del Dios de Jacob, para que nos enseñe sus caminos y sigamos sus senderos'. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Yahveh.


Yetró se alegró de todo el bien que Yahveh había hecho a Israel, librándole de la mano de Egipto.


Tal es la confianza que tenemos ante Dios por medio de Cristo.


¿Es que la palabra de Dios ha salido de vosotros o sólo ha llegado hasta vosotros?


Pondré entre ellas una señal y enviaré salvados de ellas a las naciones: a Tarsis, Put y Lud, a Mésec y Ros, a Tubal y Yaván, y a las islas lejanas que no han tenido noticia de mí ni han visto mi gloria. Ellos anunciarán mi gloria en las naciones.


Era por entonces procónsul de Acaya Galión. Los judíos se amotinaron contra Pablo y lo condujeron al tribunal,


Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una colecta en beneficio de los pobres que hay entre los hermanos de Jerusalén.


Pero gracias sean dadas a Dios, que, en Cristo, nos lleva siempre en su triunfo y que por medio de nosotros difunde por doquier la fragancia de su conocimiento.


La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza: enseñaos y amonestaos mutuamente con toda sabiduría; cantad en vuestros corazones a Dios, con gratitud, salmos, himnos y cánticos espirituales.


Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar levantando sus manos piadosas, sin ira ni altercados.


Por él soporto el sufrimiento, incluso el de las cadenas, como si fuera un malhechor. Pero la palabra de Dios no está encadenada.


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