53 Hizo lo que es malo a los ojos de Yavé y siguió las huellas de su padre y de su madre; imitó la conducta de Jeroboam, hijo de Nabat, que había hecho pecar a Israel.
Alargó una especie de mano y me asió por un mechón de los pelos de la cabeza; entonces el espíritu me elevó entre la tierra y el cielo y me llevó, en visiones divinas, a Jerusalén, a la entrada de la puerta interior que mira al norte, donde estaba el emplazamiento del ídolo del celo que provoca los celos.
Ocozías se cayó desde la baranda de la planta superior de su casa de Samaría y quedó maltrecho. Y envió unos mensajeros a quienes dijo: 'Id a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón, si podré sobrevivir a esta dolencia'.
'¿Has visto cómo Ajab se ha humillado delante de mí? Por haberse humillado delante de mí, no traeré la desgracia sobre su casa durante su vida, sino que la traeré durante la vida de su hijo'.
Yahveh había hablado, por medio de Jehú, hijo de Jananí, contra Basá y contra su casa no sólo por todo el mal que hizo ante los ojos de Yahveh y por haberle provocado la ira con su conducta, al igual que la casa de Jeroboán, sino también por haber exterminado la casa de Jeroboán.
Siguió los caminos de los reyes de Israel, como había hecho la casa de Ajab, pues tomó por esposa a una hija de Ajab. Hizo lo que es malo a los ojos de Yahveh.