28 Algunos de los porteros tenían a su cargo el cuidado de los diversos objetos empleados en el culto. Con el fin de impedir pérdidas, llevaban la cuenta cuando los sacaban y cuando los guardaban.
Aquel mismo día fueron nombrados algunos encargados de los aposentos destinados para almacenes de las ofrendas, de las primicias y de los diezmos. En ellos debían almacenarse, de los campos de las ciudades, las porciones que la ley exigía para los sacerdotes y los levitas. Judá se complacía en ver a los sacerdotes y a los levitas en sus respectivos ministerios.
Otros estaban encargados de los vasos, o sea, de todos los recipientes sagrados, y de la flor de harina, del vino, del aceite, del incienso y de los perfumes.
Tomarán luego todos los objetos del servicio, los que se usan en el santuario, los pondrán sobre un paño de púrpura violeta, los taparán con una cubierta de pieles de marsopa y los colocarán sobre unas angarillas.