Cuando Aarón y sus hijos hayan acabado de cubrir los objetos sagrados y todos los utensilios, llegado el momento de levantar el campamento, se acercarán los queatitas para transportarlo todo, pero no tocarán las cosas sagradas, porque morirían. Éstos son los deberes de los queatitas en la tienda del encuentro.
Dijo entonces David: 'Solamente los levitas trasportarán el arca de Dios, porque Yahveh los eligió para llevar el arca de Yahveh y para estar siempre a su servicio'.
Pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, y se la llevaron de la casa de Abinadab, que está sobre la colina. Uzá y Ajó, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo.
Ahora, pues, tomad y preparad una carreta nueva y dos vacas que estén criando y sobre las que no haya sido puesto yugo. Unciréis las vacas a la carreta y les retiraréis sus terneros, que deben quedar en el establo.