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Santiago 4:8 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad vuestras manos; y vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes. Lávense las manos, pecadores; purifiquen su corazón, porque su lealtad está dividida entre Dios y el mundo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. Purifíquense las manos, pecadores; santifiquen sus corazones, indecisos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 ¡Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros! ¡Limpiaos las manos, oh pecadores, y purificaos los corazones, los que sois de doble ánimo!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; los que obráis con doblez, purificad los corazones.

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Santiago 4:8
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Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras.


acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.


Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué nos hemos de volver?


Por tanto, diles: Así dice Jehová de los ejércitos: Volveos a mí, dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, dice Jehová de los ejércitos.


y salió al encuentro de Asa y le dijo: Oídme, Asa, y todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con Él: y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, Él también os dejará.


Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo permanecerán en medio de ti los pensamientos vanos?


Y cualquiera que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, así como Él es puro.


Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí.


Porque la ley nada perfeccionó; mas lo hizo la introducción de mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.


Así que, amados, teniendo tales promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.


Echad de vosotros todas vuestras iniquidades con que habéis prevaricado, y haceos corazón nuevo y espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, oh casa de Israel?


Y en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto mi esperanza en el Señor Jehová, para contar todas tus obras.


Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto, y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña todos los corazones, y entiende toda imaginación de los pensamientos. Si tú lo buscas, lo hallarás; mas si lo dejas, Él te desechará para siempre.


A la figura de lo cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como testimonio de una buena conciencia delante de Dios) por la resurrección de Jesucristo,


No obstante, proseguirá el justo su camino, y el limpio de manos aumentará la fuerza.


O haced el árbol bueno y su fruto bueno, o haced el árbol malo y su fruto malo, porque el árbol por su fruto es conocido.


Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.


Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón lejos está de mí, y su temor para conmigo fue enseñado por mandamiento de hombres.


El limpio de manos, y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a la vanidad, ni jurado con engaño.


Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia de la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;


Jehová me pagó conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.


El hombre de doble ánimo, es inconstante en todos sus caminos.


Lavaré en inocencia mis manos, y andaré alrededor de tu altar, oh Jehová:


y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.


Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?


A pesar de no haber iniquidad en mis manos, y de haber sido pura mi oración.


¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Pues no se lavan sus manos cuando comen pan.


En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: Viento seco de las alturas del desierto vino a la hija de mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar.


Aunque me lave con aguas de nieve, y limpie mis manos con la limpieza misma,


Cualquiera que sea hallado, será traspasado; y cualquiera que a ellos se una, caerá a espada.


Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en inocencia;


Y viendo Pilato que nada adelantaba, antes se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; vedlo vosotros.


Y Saúl edificó un altar a Jehová. Este fue el primer altar que él edificó a Jehová.


SAMEC. Los pensamientos vanos aborrezco; mas amo tu ley.


Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese obrado justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios.


Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, luego pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y sin hipocresía.


Te acercaste el día que te invoqué: dijiste: No temas.


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