Biblia Todo Logo
ព្រះគម្ពីរតាមអ៊ីនធឺណិត

- ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម -





Salmos 65:3 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Iniquidades prevalecen contra mí; mas tú perdonarás nuestras transgresiones.

សូមមើលជំពូក ចម្លង


កំណែច្រើនទៀត

Biblia Reina Valera 1960

3 Las iniquidades prevalecen contra mí; Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Aunque nuestros pecados nos abruman, tú los perdonas todos.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 nuestros pecados nos abruman pero tú los perdonas.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

La Biblia Textual 3a Edicion

3 La suma° de mis iniquidades es demasiado pesada para mí, Pero Tú mismo° harás expiación por nuestras transgresiones.

សូមមើលជំពូក ចម្លង

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Tú, el que escuchas la oración, a ti puede acercarse toda carne.

សូមមើលជំពូក ចម្លង




Salmos 65:3
21 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como carga pesada se han agravado sobre mí.


¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?


Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados por amor a tu nombre.


Porque la carne codicia contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no podáis hacer lo que quisiereis.


Y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado.


Porque me han rodeado males sin número; me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista; son más numerosas que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.


y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su propia sangre,


En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para lavar el pecado y la inmundicia.


El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.


Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.


Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tu súplica, que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.


Entonces Isaías, hijo de Amoz, envió a decir a Ezequías: Así dice Jehová, Dios de Israel: Lo que me rogaste acerca de Senaquerib, rey de Asiria, he oído.


Vuelve, y di a Ezequías, el capitán de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová.


Y será que de una luna nueva a otra, y de un sábado en otro, vendrá toda carne a adorar delante de mí, dice Jehová.


Oh Jehová, fuerza mía y fortaleza mía; y refugio mío en el día de la aflicción, a ti vendrán los gentiles desde los confines de la tierra, y dirán: Ciertamente nuestros padres heredaron mentira y vanidad, y cosas en las que no hay provecho.


តាម​ពួក​យើង:

ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម


ការផ្សាយពាណិជ្ជកម្ម