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Salmos 37:14 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

14 Los impíos han desenvainado la espada y entesado su arco, para derribar al pobre y al necesitado, para matar a los de recto proceder.

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Biblia Reina Valera 1960

14 Los impíos desenvainan espada y entesan su arco, Para derribar al pobre y al menesteroso, Para matar a los de recto proceder.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Los perversos sacan sus espadas y ponen cuerdas a sus arcos para matar al pobre y al oprimido, para masacrar a los que hacen lo correcto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Han desenvainado la espada los malvados y tensado su arco para matar al justo. por el que atropella al pobre y al pequeño.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 j Los impíos desenvainan la espada y entesan su arco para derribar al pobre y al menesteroso, Para matar a los de recto proceder.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Jet. Desenvainan la espada los impíos, tensan luego sus arcos, para abatir al pobre y desvalido y dar muerte a los justos.

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Salmos 37:14
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El hombre inicuo es abominación a los justos; y el de caminos rectos es abominación al impío.


No como Caín, que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.


Porque he aquí, los malos tensan el arco, preparan su saeta sobre la cuerda, para disparar en oculto a los rectos de corazón.


Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo en verdad que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba.


¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que antes anunciaron la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido traidores y matadores;


Los hombres sanguinarios aborrecen al íntegro; pero los rectos procuran por su alma.


Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú, que libras al afligido del más fuerte que él, y al pobre y necesitado del que lo despoja?


Y dijo a David: Más justo eres tú que yo, pues me has pagado con bien, habiéndote yo pagado con mal.


Y mira, padre mío, mira el borde de tu manto en mi mano; porque yo corté el borde de tu manto, y no te maté. Conoce, pues, y ve que no hay mal ni traición en mi mano, ni he pecado contra ti; con todo, tú andas a caza de mi alma para quitármela.


Y al instante el ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos.


Muy limpio eres de ojos para ver el mal y no puedes ver el agravio. ¿Por qué, pues, ves a los traidores, y callas cuando el impío destruye al más justo que él,


Entonces su esposa Zeres y todos sus amigos le dijeron: Hagan una horca alta, de cincuenta codos, y mañana di al rey que cuelguen a Mardoqueo en ella; y entra alegre con el rey al banquete. Y el consejo agradó a Amán, e hizo preparar la horca.


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