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Salmos 35:19 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

19 No se alegren injustamente de mí los que son mis enemigos; ni guiñen el ojo los que sin causa me aborrecen.

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Biblia Reina Valera 1960

19 No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos, Ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 No permitas que mis enemigos traicioneros se regodeen en mi derrota; no permitas que los que me odian sin motivo se deleiten en mi tristeza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Que no se rían los que me odian sin razón, ni se guiñen el ojo, pues no tienen excusas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos, Ni guiñen el ojo los que me aborrecen sin causa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 No se rían de mí mis falaces enemigos, ni se guiñen el ojo los que sin causa me aborrecen.

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Salmos 35:19
19 ការដាក់ឲ្យឆ្លើយតបគ្នា  

Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme; Sin razón son mis enemigos; he tenido que pagar lo que no he robado.


Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.


Guiña con sus ojos, habla con sus pies, hace señas con sus dedos;


Porque mis enemigos están vivos y fuertes; y se han multiplicado los que me aborrecen sin causa:


Para que no diga mi enemigo: Lo he vencido: Mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare;


El que guiña el ojo acarrea tristeza; y el necio de labios caerá.


Porque dije: Escúchame, para que no se alegren de mí: Cuando mi pie resbala, ellos se engrandecen contra mí.


Mis enemigos me dieron caza como a ave, sin haber por qué.


SIN. Príncipes me han perseguido sin causa; mas mi corazón está asombrado de tu palabra.


y con palabras de odio me rodearon; y pelearon contra mí sin causa.


Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron; se juntaron contra mí gentes despreciables, y yo no lo entendía; me despedazaban, y no cesaban;


Oh Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, que no triunfen sobre mí mis enemigos.


¿Por qué te aleja tu corazón, y por qué guiñan tus ojos,


Pero yo estoy a punto de claudicar, y mi dolor está delante de mí continuamente.


También aquellos que pagan mal por bien me son adversarios, por seguir yo lo bueno.


Dios, tú sabes mi locura; y mis pecados no te son ocultos.


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